La NASA ha conseguido lanzar con éxito cinco cohetes en cinco minutos dentro del experimento Anomalous Transport Rocket (Atrex) con el que la agencia espacial estadounidense pretende rastrear los vientos a gran altitud de la Tierra, a unos 60 ó 65 kilómetros de la superficie del planeta.
Según han explicado los expertos, se trata de un gran éxito para la
agencia espacial, que tuvo que retrasar en varias ocasiones el
lanzamiento de esta misión. Primero por problemas técnicos menores y,
posteriormente, por las condiciones meteorológicas. Poner en marcha
este experimento era difícil, ya que, para un lanzamiento de estas
características se necesitan "cielos completamente despejados" en un
radio bastante amplio desde el punto de despegue.
En cuanto al objetivo de la misión, la NASA
ha señalado que alrededor de la Tierra giran vientos a velocidades de
hasta 300 kilómetros por hora y de los que se desconoce su origen.
Según han señalado los científicos, estos vientos se encuentran en la
misma región donde se producen fuertes corrientes eléctricas en la
ionosfera, por tanto, es una región con una gran cantidad de
turbulencia eléctrica, del tipo que puede afectar negativamente a las
comunicaciones por satélite y radio.
Según la NASA, el experimento está diseñado para obtener una mejor comprensión de los vientos de gran altitud y ayudar a los científicos a tener un mapa más detallado de las regiones electromagnéticas del espacio que pueden dañar los satélites artificiales
y desbaratar los sistemas de comunicaciones. El experimento también
podría ayudar a explicar cómo los efectos de las perturbaciones
atmosféricas en una parte del planeta pueden ser transportados a otras
partes en apenas un día o dos.
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