martes, 17 de abril de 2012

EL ÁRTICO: ¿CAMPO DE BATALLA DE UNA NUEVA GUERRA FRÍA?


Una especie de Guerra Fría en la zona ártica. Es lo que podría conllevar el calentamiento global mientras los líderes mundiales se frotan las manos ante la perspectiva de acceso a nuevos yacimientos de hidrocarburos y rutas marítimas.
La actividad militar se está acelerando en el Ártico y los expertos creen que puede aumentar significativamente en los próximos años.
"Vemos abriéndose una región oceánica entera, previamente cerrada al mundo", dijo Rob Huebert, profesor asociado de ciencias políticas en la Universidad de Calgary en Canadá, citado por el periódico electrónico 'The Huffington Post'.
"Existen numerosos factores que se unen ahora y se refuerzan uno a otro, causando la acumulación de capacidades militares en la región. Esto sólo va a aumentar a medida que pasa el tiempo", agregó.

Importantes recursos
Se estima que los territorios del Ártico podrían contener hasta un 30% del gas no descubierto hasta ahora y el 13% de los recursos petroleros, además de minerales como el oro.  A medida que crezca la cantidad de naves y especialistas de exploración en la región, igualmente aumentará la necesidad de patrullas fronterizas y fuerzas militares para proteger los intereses de cada país en la zona.
El mes pasado Noruega acogió uno de los mayores ejercicios en la historia ártica. Participaron 16.300 efectivos de 14 países que practicaron sobre el hielo varios tipos de operativos, desde el combate de alta intensidad a la respuesta a una amenaza terrorista.
Estados Unidos, Canadá y Dinamarca también realizaron simulacros a gran escala hace dos meses. Además, los jefes militares de los ocho países árticos –Canadá, EE. UU., Rusia, Islandia, Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia– se congregaron en una reunión sin precedentes en una base militar canadiense la semana pasada para discutir asuntos de seguridad regional.

Intereses
Tomando en cuenta que el Ártico se está calentando dos veces más rápido que el resto del mundo, la Marina de los EE. UU. en 2009 anunció una reforzada hoja de ruta del Ártico para mejorar la preparación, interacción con las naciones árticas e identificar áreas potenciales de conflicto.
"Nuestro interés en el Ártico nunca ha disminuido. Sigue siendo muy importante", afirmó Ian Johnson, el capitán de ´USS Connecticut´, un submarino nuclear estadounidense desplazado al Polo Norte el año pasado.
Siguiendo el ritmo ártico, EE. UU. admitió carecer de ciertas capacidades, tales como una flota de rompehielos.
El mes pasado Sherri Goodman, vicepresidenta del Centro de Investigaciones Marinas estadounidense, dijo que su país aumentará su presencia en el Ártico, para proteger sus intereses en la región. “Es un asunto de seguridad nacional”, dijo la funcionaria.

Desafíos civiles
Al mismo tiempo algunos  expertos advierten que antes de que surjan las primeras confrontaciones, los militares tendrán que aprender a reaccionar a posibles catástrofes civiles. 
“Eventos catastróficos, tales como el hundimiento de un crucero o accidentes ambientales relacionados con la exploración de gas y petróleo, tendrían un impacto profundo en el Ártico”, resaltó Heather Conley, directora de los programas para Europa del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales en Londres.
“No es la militarización la que representa una amenaza, sino la falta de capacidades mientras que se acelera dramáticamente el desarrollo económico y la actividad humana”, subrayó la experta.

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