Un simulacro de terremoto y tsunami movilizó
hoy a miles de personas en el centro de Chile, considerado uno de los países de
mayor sismicidad en el planeta.
El ejercicio evaluó la reacción
de los organismos de emergencia y de la población ante un eventual sismo de 8,7
grados de intensidad, acompañado de un maremoto en las principales ciudades
costeras de las regiones de Coquimbo, Valparaíso y O'Higgins.
Sin conocer aún la apreciación
gubernamental, medios locales reportaron que habitantes de Valparaíso, unos 120
kilómetros al noroeste de esta capital, se quejaron de que no escucharon las
sirenas de emergencia en el lugar donde se encontraban.
También se conoció que en
fábricas, centros comerciales y establecimientos educacionales se impidió a los
empleados y estudiantes evacuarse o se recortó el tiempo de evacuación
previsto.
No obstante, el gobernador de
Valparaíso, Pablo Zúñiga, calificó la experiencia de "una espléndida
oportunidad de poder conocer las zonas de seguridad que están sobre los 30
metros del nivel del mar" y evaluar las tareas preventivas ante un
eventual cataclismo.
Según el director del Servicio
Sismológico de Chile, Sergio Barrientos, el próximo terremoto en el mediano o
corto plazo puede ocurrir en el centro o norte del país.
Aunque los pronósticos apuntan a
la parte septentrional del territorio nacional como la más propensa a otro mega
sismo, Barrientos no descartó que en la zona central pueda darse un temblor
significativo, de magnitud superior a ocho grados en la escala de Richter.
En declaraciones la víspera al
diario El Mercurio, el especialista situó el balneario de Pichilemu y su
entorno situado en las regiones de Valparaíso y O Higgins como posible
epicentro de un nuevo movimiento de características similares al terremoto de
8,8 grados Richter del 27 de febrero del 2010.
Ese punto, explicó, está aledaño
al área de ruptura provocada por el cataclismo del 2010.
"Cuando ocurre una ruptura
en una cierta región, la zona que está en las cercanías del evento es donde hay
más probabilidades de que ocurra un terremoto en el tiempo cercano",
indicó.
"Queda sometida a una
tensión mayor; hay un cambio en la tensión y si ese cambio es lo
suficientemente importante podría producir otro terremoto", recalcó.
Recordó en ese sentido el
voluminoso número de réplicas que han tenido lugar en el centro del país en los
dos últimos años, a lo que se suma una especie de "laguna sísmica" en
el lugar, denominación asociada al prolongado tiempo en que no ocurre un sismo
de gran magnitud.
En el caso específico de la
región de Valparaíso, vecina de esta capital, no se produce uno desde 1730.
No hay comentarios:
Publicar un comentario