Nueva York ha amanecido este martes como
un campo de batalla. Millones de personas siguen sin luz, los puentes para salir
de Manhattan están cerrados, los túneles están inundados y llenos de basura del
Hudson, un
fuerte olor a gas y gasolina se extiende por barrios enteros y los bomberos aún luchan contra el fuego. Más de 80
casas se han quemado en Queens de madrugada por los cortocircuitos provocados
por el agua.
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