Un estudio preliminar realizado en un laboratorio
temporal en la Antártida ha detectado indicios de vida en el lago subglacial
Whillans, ubicado a 800 metros de profundidad, según un artículo de la revista
Discover.
Un grupo de investigadores estadounidenses que busca
rastros de vida extrema bajo los hielos de la
Antártida, ha analizado bajo el microscopio el agua que sustrajeron
del lago Whillans. En las observaciones detectaron células que brillaban en un
color verde -señal de la presencia de ADN- lo que se trataría de primera
evidencia de vida hallada en un lago subglacial antártico.
Para demostrar de manera concluyente que en el Lago Whillans hay vida, los investigadores tendrán que llevar a cabo varios experimentos para saber si estas células se corresponden con algún tipo de microbio conocido o se trata de algo nunca antes visto.
En cualquier caso, los investigadores parten de dos premisas: los microbios probablemente consumen minerales bajo la capa de hielo, lo que les llevará a comprobar si realmente metabolizan los componentes de hierro, azufre o de otro tipo de minerales. Además, creen que a pesar de que estos organismos viven a una profundidad de 800 metros bajo la capa de hielo, podrían tener un suministro constante de oxígeno.
En las observaciones también han detectado paredes celulares transparentes de diatomeas, una especie de alga que habitó la Antártida hace millones de años, cuando existía un mar de baja profundidad en el lugar del glaciar actual.
La Antártida no es el único lugar en el sistema solar donde hay agua oculta bajo un gran espesor de hielo. Se cree que Europa y Encelado (lunas de Júpiter y Saturno, respectivamente) albergan océanos de agua líquida, por lo que este proyecto podría arrojar luz sobre la mejor forma de buscar vida en estos lugares.
Para demostrar de manera concluyente que en el Lago Whillans hay vida, los investigadores tendrán que llevar a cabo varios experimentos para saber si estas células se corresponden con algún tipo de microbio conocido o se trata de algo nunca antes visto.
En cualquier caso, los investigadores parten de dos premisas: los microbios probablemente consumen minerales bajo la capa de hielo, lo que les llevará a comprobar si realmente metabolizan los componentes de hierro, azufre o de otro tipo de minerales. Además, creen que a pesar de que estos organismos viven a una profundidad de 800 metros bajo la capa de hielo, podrían tener un suministro constante de oxígeno.
En las observaciones también han detectado paredes celulares transparentes de diatomeas, una especie de alga que habitó la Antártida hace millones de años, cuando existía un mar de baja profundidad en el lugar del glaciar actual.
La Antártida no es el único lugar en el sistema solar donde hay agua oculta bajo un gran espesor de hielo. Se cree que Europa y Encelado (lunas de Júpiter y Saturno, respectivamente) albergan océanos de agua líquida, por lo que este proyecto podría arrojar luz sobre la mejor forma de buscar vida en estos lugares.
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