A los 36 años Sam Alderwish pesaba más de 82 kilogramos,
después de engordar por los sucesivos partos de sus dos hijos. En apenas tres
meses consiguió bajar 30 kilos sin dietas y sin pasar por el quirófano. Su
método: recurrir a la hipnosis y en ese estado le hicieron creer que le habían
colocado una banda gástrica.
Sam no tenía conciencia de que su cuerpo había cambiado
tanto y de que se había convertido en una gorda. Fue un día en una tienda
cuando se probaba un vestido para ir a un fiesta que la prenda se le quedó
atascada y las dependientas tuvieron que cortarla con unas tijeras.
Fue tal la humillación que sintió, que esta mujer decidió
hacer algo para bajar de peso, según publica el ’ Daily Mail’.
Sam pensó en someterse a la cirugía para reducirse el
estómago, pero los altos presupuestos superaban sus reales posibilidades.
Entonces, decidió recurrir a la hipnoterapia, a través de la cual podían
inducirla a creer que tenía una banda gástrica ’virtual’.
Los resultados fueron tan espectaculares que su propio
terapeuta se quedó sorprendido. Sam comenzó a someterse a sesiones de 45
minutos y los resultados fueron impresionantes en apenas tres meses.
Ahora usa cuatro tallas menos de ropa y es la mitad de lo
voluminosa que era y todo a través del método de engañar a su subconsciente
haciéndole creer que le habían instalado una banda gástrica para reducirle el
estómago al tamaño de una pelota de golf.
El experto en hipnosis la sometió a una sesión en la que
le hacía creer que estaba siendo operada, con la reproducción de olores, sonidos,
de un salón de operaciones.
La mujer explicó que después de esta sesión-operación
sintió "como si mi estómago estuviera más apretado".
"Me fui a casa esa noche y apenas pude cenar, porque
me sentía llena. Fue increíble", contó Sam.
"Obviamente, como es lógico, yo sé que no he sido
sometida a una cirugía, pero el procedimiento es tan convincente, que pierdes
el apetito".
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