Con ello, el responsable de Finanzas del país, de 72 años
de edad, pretende ahorrar dinero público.
El ministro de Finanzas de Japón
ha sugerido que las autoridades deberían dejar que los ancianos de más de 60
años “se den prisa y se mueran” sin que el Estado pague por el tratamiento de
los que se encuentran en estado terminal.
Taro Aso, de 72 años y que
también ocupa el puesto de viceprimer ministro, considera que los enfermos
terminales mayores de 60 años son
una carga innecesaria para las finanzas de Japón, informa AFP.
Aseguró que en caso de padecer una enfermedad mortal, él mismo también rechazaría los cuidados públicos. “Me despertaría sintiéndome cada vez peor sabiendo que todo está siendo pagado por el Gobierno”, dijo en una reunión del Consejo Nacional sobre la reforma de la Seguridad Social.
Las palabras del ministro
tuvieron una gran repercusión entre la población del país ya que casi un
25% de los 128 millones de japoneses es mayor de 60 años y en los próximos 50
años este índice podría alcanzar el 40%.
Por otro lado, a principios de enero,
el Gobierno de Japón aprobó un gran paquete de
medidas de estímulo económico por valor de más de 225.000 millones de dólares.
Según las autoridades niponas, los proyectos de obras públicas deberían
conformar uno de los grandes pilares sobre los que se asienta el plan.
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