Durante las celebraciones por el Bicentenario de la
Independencia de México, en septiembre del año 2010, el gobierno de México
rindió homenaje a las supuestas osamentas de los héroes más conocidos de esta
etapa de la historia mexicana; un análisis demostró, sin embargo, que en
realidad se trata de restos de desconocidos entre los que incluso se encuentran
los de un venado.
Hace poco más de dos años, en septiembre de 2010, el
gobierno de México celebró los 200 años del inicio de su proceso de
Independencia, una etapa que, como en casi todos los países, se cataloga entre
las más importantes de la historia nacional.
Con motivo del simbolismo de la fecha, en todo el país
hubo celebraciones y festividades, entre las cuales estuvo un desfile en el que
se homenajearon los supuestos restos óseos de los llamados “héroes patrios”:
Miguel Hidalgo, Moreles, Ignacio Allende, Leona Vicario y otros.
Y a pesar de
las dudas y cuestionamientos de los críticos e incluso los investigadores
especializados en la materia, el gobierno aseguró una y otra vez que las
osamentas eran auténticas y los honores más que merecidos.
Ahora, sin embargo, luego de que se hicieran públicos los
análisis realizados por personal del Instituto Nacional de Antropología e
Historia de México, se descubrió que estos pretendidos huesos patrios son en
realidad residuos de “distintos adultos de sexo masculino, además de cinco
restos óseos de niños (de entre 0 y 6 años) y cuatro pertenecientes a animales
(venados)”, según el detallado dictamen oficial que ofrece información sobre
cada uno de las urnas, restos y demás reliquias histórica que, en dicho
momento, se convirtieron en motivo de orgullo nacional.
Por desgracia estos datos permanecieron reservados hasta
que finalizó la presidencia de Felipe Calderón, bajo cuya administración se
organizaron y realizaron los festejos por el Bicentenarios.
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