En Venezuela se están viviendo momentos de gran
incertidumbre y la información que recibe el pueblo, según William Cárdenas,
portavoz de la Plataforma Democrática de Venezuela en Madrid, está muy
filtrada. “Probablemente estamos mejor informados fuera que dentro del país.
Allí solo se escuchan los comunicados del Gobierno”, asegura Cárdenas.
En todo caso, parece claro que Chávez se encuentra muy
mal de salud. Hoy mismo, el periódico ABC publicó que el probable desenlace de
esta situación será su fallecimiento. “Así es, pero desde la disidencia”,
señala Cárdenas, “aspiramos a que se respete la Constitución.
El 10 de enero
será la toma de posesión del nuevo Gobierno. Si Chávez no pudiese tomar
posesión, tendrá que hacerlo Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea
Nacional. Pero el candidato de Chávez y los hermanos Castro es Nicolás Maduro,
que es ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela y Vicepresidente
ejecutivo, mientras que Cabello tiene bastante ascendente sobre los oficiales
que condicionan los batallones de tropa del Ejército”.
Ahora bien, Maduro no es un hombre carismático. Es verdad
que ha demostrado una notable capacidad de negociación dentro de los satélites
socialistas de Chávez (el ALBA), pero no es un hombre con especiales dotes de
liderazgo. Además, carece de estudios universitarios -su profesión era la de
conductor de autobús-, aunque es hábil y está muy adoctrinado (parece ser que
es maoista).
Por lo tanto, Cuba estaría tratando de prolongar la vida
de Chávez para permitir que Maduro tome posesión del la presidencia de la República.
Xavier Reyes Matheus, director académico de Rangel, quien afirma que "la
gobernabilidad de Venezuela, sin Chávez, queda muy comprometida. Incluso creo
que hay posibilidades de que haya un desenlace violento. Si Chávez decidió
abdicar, muy posiblemente lo ha hecho presionado por Cuba. Porque Maduro es el
hombre de Cuba, y el régimen cubano no se puede permitir que Chávez muera
precipitadamente, pues, de suceder esto, dejarían de recibir el importante
apoyo que le brinda la Revolución Bolivariana”.
Nicolás Maduro, según Reyes, viene con unos planes muy
bien trazados. En el programa electoral con el que se presentó Chávez a las
elecciones presidenciales de octubre había una propuesta de profundización en
el Estado comunista. Entre otras cosas, propuso la formación de comunas -una
especie de Soviets-, que están al servicio de una estructura central de corte
dictatorial. “De hecho”, precisa Reyes, “estas comunas ya están funcionando en
Venezuela. Y en el programa electoral de Chavez iba la propuesta de convocar
una Asamblea Constituyente con el objetivo de ahondar en la Revolución,
acabando así con los vestigios de una democracia liberal y representativa”.
En la carrera por el poder también se encuentra Rafael
Ramírez, presidente de Petróleos de Venezuela, y Adán Chávez, el hermano mayor
del Presidente y gobernados del estado de Barinas, que aspira a ser el sucesor
dinástico. Ninguno está cualificado para ponerse al frente del chavismo, un
movimiento que, al carecer de sustrato ideológico, solo tiene las armas y el
respaldo de la parte de la población que les apoya como resultado de la
aplicación de unas políticas populistas y demagógicas. Basta ver como el pasado
año se repartieron dos millones de electrodomésticos entre esta parte de la
población.
La muerte de Chávez probablemente coloque en primer plano
a muchos de los políticos y militares que han colaborado con su régimen. Reyes
señala que entre la alta oficialidad del las Fuerzas Armadas hay una serie de
militares que han sido acusados por la DEA norteamericana de narcotraficantes.
Y estos generales quieren garantizar su impunidad frente al Gobierno de los
EE.UU. Por lo tanto, dentro del Chavismo hay una serie de factores -Cuba, el
narcotráfico, un parte del Ejército...- opuestos a todo cambio democrático.
"El Partido Socialista Unido de Venezuela se encuentra poco estructurado
al haber estado siempre sometido a Chávez, que ha ejercido un liderazgo muy
personal y caudillista. Y por ello mismo le va a resultar muy difícil a Maduro
mantener atadas todas las fuerzas del Chavismo”, precisa Reyes.
En cualquier caso, Cárdenas opina que “los chavistas
tratarán de perpetuar el régimen, y eso pese a que una parte creciente de la
sociedad venezolana quiere ponerle fin. Desde el año 2004 hasta el año 2012
hemos vivido elecciones manipuladas. Gran parte de la sociedad desea un cambio,
pero los resultados le han sido favorables a Chávez porque él, hasta ahora, ha
controlado todos los recursos del poder”.
Cárdenas afirma que mucha gente en Venezuela quiere que
el Chavismo termine: “El Gobierno no garantiza el respeto a la vida. Se trata e
una camarilla de militares corruptos que desprecian los derechos de las
empresas y las personas. Venezuela es una sociedad secuestrada por la
violencia. Solo el pasado año se produjeron 23.000 muertes violentas. La
situación de inseguridad es permanente. Es muy difícil buscar una salida
democrática porque el Chavismo se han encargado de bloquear todas las puertas”.
Cárdenas, como portavoz de la Plataforma Democrática de
Venezuela en Madrid, ve la necesidad de que la oposición esté unida dentro y
fuera del país. “Creo que existe la posibilidad de promover un nuevo movimiento
que vaya dirigido a presentar un nuevo candidato, que podría ser Capriles u
otro. También es necesario cambiar el sistema electoral para que le voto sea
manual -y no electrónico, como ahora- y que las urnas sean transparentes.
Asimismo, sería necesario revisar el patrón electoral, que ahora nadie conoce,
para que las votaciones no sean una farsa. Por lo tanto, creo que el primer
paso es exigir una reforma electoral y unas próximas elecciones. Pero esto no
será fácil, pues el chavismo tratará de sobrevivir manteniendo estas
condiciones electorales”.
Cárdenas sospecha que al régimen chavista, para
sobrevivir a medio plazo, solo le queda el uso de la fuerza. Reyes también
expresa su temor que esta situación pueda tener una deriva violenta: “Creo que
la prioridad de todos los venezolanos tendría que ser garantizar la paz para
que no hay un baño de sangre, lo que podría ser tremendo. La oposición no puede
formar un frente violento, pues está desarmada. Pero cuenta con un apoyo entre
la población que no es nada despreciable. A lo mejor se forma un frente que
incorpore a toda la oposición contra el Chavismo y la Revolución. Mientras
tanto, parece que va a seguir al frente del régimen la linea chavista más
dura”.
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