Aprender inglés, francés, árabe o chino, de forma
gratuita y en bares y parques de cualquier ciudad del mundo, es el objetivo de
Políglota, la red social en internet creada por dos chilenos para quienes
quieran practicar un idioma y conocer gente.
Cada jueves en la tarde, al salir del trabajo, Alejandra
Pacheco se dirige puntualmente a un bar de Providencia, un barrio de oficinas
al oriente de Santiago, donde la espera un grupo de 10 personas que conversa
animadamente en inglés junto a una cerveza como si se encontraran en un pub de
Londres.
Los martes, Claudia Gómez llega al Parque Forestal de la
capital, donde prepara unos vasos con jugos sobre el césped y recibe saludando
en francés al resto de un grupo que va llegando a cuentagotas.
Políglota funciona a través de la red social Facebook, y
permite poner en contacto a personas interesadas en aprender hasta 10 idiomas
distintos. Cada grupo es liderado por un voluntario, que se encarga de citar
semanalmente a las personas en parques, pubs o cafeterías, donde practican el
idioma conversando y por medio de juegos.
El primer día, Alejandra llegó sola al bar, y se unió a
la mesa tímidamente. Hoy suma cinco meses reuniéndose con las mismas personas
con quienes discute, se ríe, celebra cumpleaños y hasta ha forjado lazos de
amistad. Eso sí, siempre en inglés.
"Había estado años pagando cursos y en verdad lo que
necesitaba era más conversación, volver a perder el miedo. Ahora tengo
conversaciones en el grupo tanto de temas triviales como hasta de cómo
conseguir la paz mundial", contó a la AFP la joven, periodista de
profesión.
La red promueve que cualquiera pueda abrir un grupo nuevo
donde quiera. Silvana Rees fue la coordinadora del primer grupo que se creó en
Santiago. Su sueño era viajar a la tierra de sus abuelos, así que buscó
personas que quisieran practicar el italiano. Tres meses después, había
aprendido lo suficiente como para defenderse y tomó un avión a Milán.
Su grupo de italiano siguió funcionando en Chile y en
Milán ella creó otro, esta vez de español para italianos, donde conoció a mucha
gente nueva que la acompañó en su periplo por Italia.
En un país como Chile, donde estudiar idiomas es muy
caro, la red se transforma en una alternativa ya que es totalmente gratuita, y
funciona para gente de todos los niveles sociales.
A dos años de creada, Políglota suma 33.200 usuarios en
países como Japón, India, Italia, España, Noruega y toda Sudamérica.
"Esta es la primera red social presencial, que busca
que la gente se vuelva a mirar a los ojos, que puedan dejar un rato de lado el
celular y se dediquen a conversar y conocer otras realidades", dijo a la
AFP Carlos Aravena, uno de sus fundadores.
Aravena y José Manuel Sánchez compartían departamento
mientras estudiaban en la universidad, y ni siquiera hablaban bien el inglés.
Su faceta emprendedora comenzó con una empresa de clases particulares y
traducciones, que no funcionó. En una segunda vuelta de tuerca, nació
Políglota.
"Nos dimos cuenta de que cuando quería aprender un
idioma, la gente aprendía primero la gramática, antes de hablar. Pero el
aprendizaje es al revés, primero aprendemos a hablar y después a
escribir", explicó Aravena.
Su proyecto recibió financiamiento del programa de
start-ups Wayra, y también de la agencia ProChile del gobierno chileno, con la
intención de que penetraran en otros mercados.
Ahora, Carlos y Jose Manuel tienen los ojos puestos en
Brasil, país de habla portuguesa que acogerá en 2014 el Mundial de fútbol, y en
2016 los Juegos Olímpicos.
El Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil se mostró
interesado en su iniciativa, y decidió apoyarlos facilitándoles una red de
contactos.
Su idea es crear decenas de grupos por todo el país, para
que los que más saben, enseñen inglés y español al resto, con miras a la masiva
llegada de turistas en dos años más por los dos grandes eventos deportivos.
También pensando en aquellos que quieran visitar Brasil
por aquellas fechas, crearon una red paralela de alojamiento gratuito, para que
los usuarios de Políglota puedan ser recibidos por otros participantes
brasileños, interesados en practicar el idioma con ellos.
Los fundadores de Políglota no pretenden sustituir a las
academias de lenguas, sino animar a la gente a expresarse y a relacionarse.
"Aprender un idioma es una excusa para comunicarse, hacer más cosas en la
vida que estar conectado al computador", aseguró Aravena.
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