Que en la escuela nos obligasen a aprender cantando la
tabla de multiplicar no era ningún capricho. Acompañar una lección con música
es una buena táctica para memorizarla, aunque algunas canciones son más
adecuadas que otras.
Las que mejor ayudan a retener la información, aseguran
los científicos, son aquellas que utilizan melodías simples y muy repetitivas.
Tan indudable es su efectividad que en Estados Unidos
existe desde 1999 una Asociación de Escritores de Canciones de Ciencia. Entre
sus éxitos más sonados se encuentra el primer CD del grupo Chromotones,
titulado Island of Life (Isla de vida) que incluye diez canciones de “rock
inteligente para que niños y adultos aprendan los principios de la biología”.
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