Esta droga es capaz de bloquear el libre albedrío,
'devorar' la mente e incluso matar.
El mundo de la delincuencia en
Colombia recurre más que nunca a la escopolamina, una sustancia tóxica que
convierte a las personas en ‘zombies’ dóciles. En América del Sur ya ha sido
apodada como el 'borrachero' o 'aliento del diablo'.
El aspecto que da más miedo de
las consecuencias de esta droga, sin sabor
ni olor, es su sugestibilidad, ya que hace que la gente conscientemente permita
a los ladrones llevárselo todo. Las embajadas por todo el país siguen
recibiendo informes de que delincuentes ofrecen
bebidas o cigarrillos contaminados a turistas y residentes en
lugares públicos para incapacitarles temporalmente.
Así, en la capital colombiana, Bogotá, se puede escuchar centenares de historias acerca de cómo la gente ha perdido todas sus posesiones, han sido víctimas de violaciones, o incluso les han extirpado algún órgano… Y todo ello bajo un efecto de amnesia impenetrable. Eso en el mejor de los casos..., dado que cada año aparecen algunas personas muertas en cunetas o descampados, a quienes han reducido con esta sustancia para sustraerles los órganos.
‘Peor
que el ántrax’
La escopolamina, también conocida
en el país como ‘burundanga’, es un poderoso sedante extraído de la flor
brugmansia, que es nativa de Colombia. Según afirman los propios traficantes
colombianos, se trata de una sustancia "peor que el ántrax".
El fracaso de la memoria,
problemas a la hora de hablar, excitación y agitación, alucinaciones y delirio
son tan solo algunos de un sinfín de efectos secundarios de la escopolamina.
Su uso ya es casi endémico: una
de cada cinco visitas a la sala de urgencias de clínicas y hospitales se deben
a sobredosis de escopolamina.
Peligrosidad
demostrada con el tiempo
Cabe mencionar que la historia de
la escopolamina en Colombia se remonta a la época de los conquistadores
españoles. Según la leyenda, las antiguas tribus utilizaban la sustancia para
enterrar vivos a esclavos y esposas de los adalides fallecidos, para que
les acompañaran en la otra vida.
El criminal nazi Josef Mengele,
apodado el ‘Ángel de la muerte’, usaba la escopolamina en el marco de los
interrogatorios. El ‘suero de la verdad’ también era utilizado
activamente por la CIA durante la Guerra Fría.
En casos muy raros, la escopolamina se usa voluntariamente, como una droga recreativa por sus efectos alucinógenos.
En casos muy raros, la escopolamina se usa voluntariamente, como una droga recreativa por sus efectos alucinógenos.
Pero el uso de escopolamina va
más allá de Colombia. España, Ecuador, Argentina y EE. UU. Han dado también la
voz de alarma por la gran cantidad de los casos de personas drogadas con esta
sustancia para ser robadas, asaltadas sexualmente o asesinadas.
En buena parte de los casos
denunciados los delincuentes son inmigrantes colombianos, que se han
aprovechado del desconocimiento de este tipo de sustancia en los citados
países, aunque también se dedican a la distribución de esta droga entre
colectivos criminales de otras nacionalidades. Las diferentes policías cada año
reciben más denuncias y alertan a la población. En España en varios programas
de televisión periodistas e investigadores han denunciado esta práctica y piden
precaución a la población.
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