Una mujer señalada de mantener a una inmigrante sin
documentación como sirvienta en su mansión del estado de Nueva York acusó a
ésta de haber accedido a ser testigo de la fiscalía en un intento por legalizar
su situación en Estados Unidos.
Sin embargo, los fiscales dicen que la mujer mantuvo a su
sirvienta prácticamente cautiva durante años, con trabajo excesivo y paga
ínfima.
Ambas partes admiten que la sirvienta, identificada en el
legajo judicial sólo como V.M., una viuda de mediana edad procedente de la
India, trabajó para Annie George, su ya fallecido marido y seis hijos durante
cinco años.
Los investigadores de inmigración la rescataron en mayo
de 2011 después que su hijo en India llamó al Centro de Recursos sobre Tráfico
Humano, que dice haber identificado cientos de casos similares en Estados
Unidos.
Bradley Miles, director ejecutivo del Proyecto Polaris,
sin fines de lucro, que administra el servicio telefónico de 24 horas, dijo que
el tipo más frecuentemente reportado de abusos laborales a la organización son
casos de servidumbre doméstica. Desde 2008 ha recibido más de 2.500 llamados de
sobrevivientes de tráfico sexual y laboral y unos 60 a 70 diarios en busca de
asesoramiento, recursos, entrenamiento o crisis, agregó.
``Creo que es apenas la punta del témpano'', dijo Miles.
La organización trata de determinar si hay abuso de fuerza, fraude o coerción y
desde 2008 ha registrado 340 casos de servidumbre doméstica ``con altos
indicios'' de que se trata de casos de tráfico humano. Los denunciantes son
remitidos a una red de grupos sin fines de lucro y a la Policía.
Miles agregó que otros casos de trabajos forzados en la última década involucraron emigradas de Filipinas, Indonesia y Egipto. Su organización se basa en una definición federal de tráfico humano de la ley federal del 2000 y busca determinar si hay casos de control por medio de violencia, amenazas, aislamiento o deudas.
Annie George, de 40 años, que enfrenta juicio el 27 de
agosto, es acusada de alojar a una inmigrante ilegal para beneficio financiero
propio, un delito que conlleva penas de hasta 10 años en prisión. La mujer se
ha declarado inocente.
Su abogado, Mark Sacco, dijo que la disputa por la paga
era de unos 40.000 dólares y que podría ser zanjada ante un tribunal civil. En
cambio la fiscalía dijo que a V.M. le debe por lo menos 240.000 dólares en
salarios y 79.000 dólares en horas extra en base al salario mínimo.
El fiscal asistente Richard Belliss dijo que V.M. está
todavía en Estados Unidos. Tiene permiso temporal pendiente el resultado del
juicio, agregó.
Los fiscales dijeron que la mujer recibió unos 26.000
dólares por más de cinco años de cocinar, limpiar y atender a los hijos todos
los días desde las cinco y media de la mañana hasta casi la medianoche. Habla
poco inglés, nunca fue a un médico ni un dentista y apenas salió de la casa.
Trabajó en las residencias de la familia en Catskill, después un suburbio de
Albany y finalmente en una opulenta mansión al noroeste de Albany.
Mathai George, nativo de la India que construyó un hotel
y fundó un negocio de bienes raíces en Estados Unidos, murió en 2009 con su
hijo de 11 años y otro hombre cuando se estrelló su avión privado.
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