Cualquier persona está en riesgo de contraer el
meningococo, pero la población más vulnerable son los niños menores de cinco
años, los adultos mayores y los adolescentes.
Si bien hay personas portadoras sanas del meningococo
(que vive en la garganta), ésta bacteria puede contagiarse en cualquier lugar a
la hora de toser o estornudar y si ingresa al cuerpo de alguien con bajas
defensas, podría activarse y causarle la enfermedad.
El mal no siempre se presenta de manera severa, pero en
los casos más graves deja secuelas en un 20 ó 30%: sordera, ceguera, retardo
mental, pérdida de la función motora, o pérdida de alguna de las extremidades
superiores o inferiores; y en el peor de los casos, puede causar la muerte.
Síntomas
- Fiebres altas que no bajan
- Disminución del apetito
- Dolor de cabeza y náuseas
- Lesiones de color morado en la piel
- Disminución del apetito
- Dolor de cabeza y náuseas
- Lesiones de color morado en la piel
"El tiempo en que los padres se demoren en traer a
sus hijos al hospital es lo que hace la diferencia. Esta enfermedad puede matar
en 24 horas. Por eso si la fiebre no baja, si a pesar de la medicina que se da,
y el paciente sigue decaído, hay que traerlo al hospital, no hay que esperar
las lesiones.
“La meningitis es
una enfermedad caracterizada por la inflamación de las meninges, es decir, la
membrana que cubre el cerebro”, anotó el médico quien advirtió que en los casos
extremos puede llegarse a la meningococcemia.
Esta última es una infección generalizada, que se
presenta cuando la bacteria llega a la sangre y circula por todo el cuerpo.
Produce una falla multiorgánica y la persona fallece.
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