Miles de personas participaron hoy en el tercer simulacro de
un devastador
terremoto de 8,5 grados de
magnitud y un tsunami, a fin de medir la capacidad de respuesta de la población
Peruana.
Las campanas de las iglesias,
timbres, sirenas y claxon de los vehículos sonaron a las 10:00 horas locales
(15:00 GMT) y miles de personas abandonaron sus domicilios, oficinas, centros
de trabajo y salieron a las calles. El ensayo fue organizado por el Instituto
Nacional de Defensa Civil (Indeci) y los participantes se colocaron en zonas
estratégicas para protegerse del sismo.
Hernán Tavera, Director de
Sismología del Instituto Geofísico del Perú (IGP), informó que Perú es un
país altamente sísmico y advirtió que en cualquier momento puede
ocurrir un terremoto devastador.
"Hemos tratado de generar la
suficiente información que nos permita tener un escenario de lo que podría ser
el sismo y todos los estudios nos han permitido augurar que el terremoto
que afecte a la región central del Perú esté por el orden del 8.5 (grados
Richter”, indicó.
Se determinó que varios
hospitales del país colapsarían, con tantos heridos, si es que ocurre un sismo de
gran magnitud. Esta mañana escolares de unos cien mil colegios públicos y
privados del país participaron del simulacro de sismo y fueron
guiados por sus profesores sobre cómo salir de las aulas y colocarse en los
círculos de seguridad de sus respectivos planteles.
El objetivo del tercer simulacro
nacional es medir la capacidad de respuesta de la población y de las diferentes
autoridades y aplicar los procedimientos y protocolos de los equipos de primera
respuesta para fortalecer la capacidad de reacción.
La “alerta” se refirió a un
ficticio tsunami que se “generó” a 190 kilómetros al oeste en
el Océano Pacífico, entre 30 y 50 kilómetros de profundidad, y “afectó” las
regiones de Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Ancash, Lima, Ica,
Arequipa, Moquegua y Tacna.
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