Un equipo internacional halla cambios sustantivos en la
vida de los árboles en las últimas tres décadas.
La disminución de la capa de
ozono sobre las zonas polares afecta al crecimiento de los árboles en esas
regiones, según ha descubierto un grupo internacional de científicos.
Un estudio de los bosques de la
Patagonia argentina y chilena mostró que en las últimas tres décadas los
árboles sufrieron un retroceso sustantivo en su crecimiento.
Desde que se detectó el agujero de ozono hace
30 años, la tasa de crecimiento ha sido la más baja de los últimos 600 años,
según la investigación publicada en la revista 'Nature Geoscience'.
Ante estos resultados, los
científicos decidieron investigar los anillos de los árboles en otra parte del
mundo -Australia y Nueva Zelandia- para averiguar si se registra un patrón
similar.
Con gran asombro hallaron lo
contrario: los árboles de las zonas extremas del sur han crecido a niveles más
altos en las últimas tres décadas, desde aproximadamente el año 1700.
Según el investigador principal
Ricardo Villalba, del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias
Ambientales (IANIGLA), el fenómeno se relaciona con la variación en el
movimiento de vientos y, consecuentemente, precipitaciones y temperaturas, la
llamada oscilación antártica.
Los investigadores creen que
la depleción de ozono impactó
los ciclos de la oscilación, prolongando la sequía en una región y lluvias en
la otra.
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