La cifra de víctimas fatales
por el tifón "Bopha" en Filipinas
ya son más de 500 muertos, 530 continúan desaparecidos y 5,4 millones son los
afectados.
El primer boletín del día del
Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a los Desastres incluye 2.11.540
personas que han pasado la noche en 291 centros de acogida, en total 1.929
filipinos menos de los que había el viernes.
El estado de calamidad está vigente
en las provincias del Valle de Compostela, Davao Oriental y Surigao del Sur,
las más afectadas y de donde son la casi totalidad de las víctimas mortales.
Siguen sin luz 35 municipios y
continúan intransitables 16 carreteras y 18 puentes. "Pablo", el
nombre local que le dieron los filipinos al huracán, destruyó
17.719 casas y causó destrozos en otras 12.253. Los daños provisionales a la
agricultura y las infraestructuras superan los cien millones de dólares.
Las prioridades de las
autoridades hoy son atender a las personas desplazadas, localizar a los
desaparecidos y restablecer las comunicaciones y los servicios.
"Bopha" ha
resultado ser el peor tifón que ha visitado el país este año y cierra una
temporada que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre. El año
pasado ocurrió algo parecido con "Washi", que visitó
inesperadamente Filipinas la semana anterior a Navidad y mató a unas 1.200
personas.
REGRESA A FILIPINAS
El último informe
del servicio meteorológico de Filipinas, indica que el tifón cambió
de dirección y golpeará la costa norte de la isla filipina de Luzón
la noche del sábado.
La velocidad del viento previsto en el
centro del tifón es de aproximadamente 160 kph. Este fenómeno azotó
el martes pasado la parte sur de las Filipinas y destruyó un gran número de
viviendas, dañó un gran número de cables de electricidad y paralizó el
transporte aéreo y ferroviario en algunas regiones, convirtiéndose en el tifón más fuerte de 2012 en ese país.
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