Es un hecho que podría cambiar el rumbo de la lucha
contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), y los médicos dicen que ocurrió
casi por accidente. Una bebé que tenía el virus que causa sida recibió altas
dosis de tres fármacos antirretrovirales 30 horas después de nacer. Los médicos
sabían que la madre vivía con VIH y le administraron los fármacos con la
esperanza de controlar el virus.
Dos años más tarde, no hay evidencia de VIH en la sangre
de la niña.
Los investigadores anunciaron el domingo que la niña de Mississippi es el primer menor “funcionalmente curado” de VIH. Dicen creer que la intervención temprana con los fármacos antirretrovirales fue la clave del resultado.
Una “cura funcional” se da cuando el virus está presente
en cantidades tan pequeñas que no es necesario llevar un tratamiento de por
vida y las pruebas clínicas estándar no pueden detectar el virus en la sangre.
El hallazgo se anunció en la Conferencia sobre Retrovirus
e Infecciones Oportunistas 2013 celebrada en Atlanta.
La niña, no identificada, nació con VIH; su madre no
recibió cuidados prenatales y no se le diagnosticó con el virus, sino hasta
justo antes del parto.
“No tuvimos la oportunidad de tratar a la madre durante
el embarazo como habríamos deseado para evitar la transmisión al bebé”, dijo
Hannah Gay, pediatra especialista en VIH del Centro Médico de la Universidad de
Mississippi.
Gay dijo a CNN que el momento en el que se intervino
—antes de que se diagnosticara VIH a la bebé— podría merecer “mayor énfasis que
las medicinas en particular o la cantidad de fármacos que se usaron”.
“Esperamos que los próximos estudios demuestren que la aplicación muy temprana de una terapia eficaz arrojará consistentemente el mismo resultado”, dijo Gay en la víspera de la conferencia de Atlanta.
Exposición de alto riesgo
Katherine Luzuriaga, inmunóloga de la Universidad de
Massachusetts, quien trabajó de forma cercana a Gay, dijo que los
descubrimientos eran fascinantes, incluyendo el hecho de que no se registró el
virus en la sangre de la niña, a pesar de que su madre dejó de darle el
tratamiento durante ocho a 10 meses.
“Este es el primer caso en el que hemos podido documentar
concluyentemente que la bebé estaba contagiada y que después de un periodo de
tratamiento pudo dejarlo sin presentar un rebote viral”, dijo Luzuriaga a CNN.
Una vez que se determinó que la madre vivía con VIH, Gay
empezó a darle fármacos antirretrovirales a la bebé inmediatamente después del
parto para tratar de controlar la transmisión.
“Empezamos la terapia tan pronto como fue posible, que en
este caso fue cerca de las 30 horas después de nacida (...) Como se trataba de
una exposición de alto riesgo, decidí usar tres fármacos en vez de uno”, dijo
Gay.
Después de un par de días, Gay confirmó que la niña tenía
VIH. Dijo que la bebé probablemente fue contagiada en el vientre de su madre.
La niña estuvo bajo tratamiento con medicamentos antirretrovirales durante casi 15 meses. Su madre dejó de darle los fármacos y el tratamiento se reanudó luego de la intervención de las autoridades sanitarias, dijo Gay.
Los investigadores saben desde hace tiempo que tratar a
las madres con VIH desde un principio es importante porque transmiten los
anticuerpos a sus bebés.
Las madres con VIH, quienes reciben un tratamiento
adecuado transmiten el virus en menos del 2% de los casos, dijo Luzuriaga.
“Así, todos los bebés nacen con los anticuerpos, pero
sólo una parte del total de los bebés de mujeres con VIH tendrán el virus; y
esa fracción depende de que la madre y el bebé reciban profilaxis antiviral
(tratamiento preventivo) o no”, dijo Luzuriaga.
Se considera que los recién nacidos tienen alta
probabilidad de tener el virus, si el virus en las madres no están bajo control
o si se descubre que tienen VIH cuando estar próximas a dar a luz.
Actuar rápido para suprimir el virus
Usualmente, estos bebés recibirían fármacos antivirales
en dosis preventivas durante seis semanas para evitar la transmisión y luego se
empezaría la terapia si se les diagnostica con el VIH.
Los investigadores dijeron que el caso de Mississippi
podría cambiar esa práctica, ya que enfatiza el potencial de cura con la
aplicación temprana de la terapia antirretroviral estándar (ART, por sus siglas
en inglés).
La ART es una combinación de al menos tres fármacos que
se usan para suprimir el virus y detener el desarrollo de la enfermedad.
Sin embargo, no matan al virus. Las pruebas demostraron
que el virus en la sangre de la bebé de Mississippi seguía disminuyendo y
alcanzó niveles no detectables 29 días después del tratamiento inicial.
Deborah Persaud, viróloga del Centro Infantil Johns
Hopkins, fue la autora principal del estudio, presentado en la conferencia.
El tratamiento temprano probablemente llevó a la cura de
la bebé, dijo.
“La terapia antiviral temprana en recién nacidos, que
empieza a los pocos días de la exposición, podría ayudar a que los bebés
eliminen el virus y logren una remisión a largo plazo sin requerir de un
tratamiento de por vida al evitar que el virus se oculte desde el principio”,
dijo Persaud.
Persaud y Luzuriaga forman parte de un grupo de
investigadores que estudian y documentan los posibles casos pediátricos de cura
del VIH. El grupo recibió financiamiento gracias a una subvención de la amfAR,
la Fundación para la Investigación del sida y los Institutos Nacionales de
Salud de Estados Unidos.
La médico Rowena Johnston, vicepresidente de la amfAR y
directora de investigaciones, dijo que es “imperativo aprender más acerca del
sistema inmunitario de un recién nacido, en qué se diferencia del de un adulto
y qué factores posibilitan que el niño se cure”.
El médico Anthony Fauci, director del Instituto Nacional
para las Alergias y las Enfermedades Infecciosas de los Institutos Nacionales
de Salud de Estados Unidos, dijo que se siente optimista por los resultados.
“La mejor manera de eliminar el virus o de permitir que
el sistema inmunitario suprima el virus residual es tratar al paciente tan
pronto como sea posible después del contagio para no permitir que se asiente
una reserva sustancial del virus”, dijo Fauci a CNN.
“Al mismo tiempo, evitas que el sistema inmunitario
resulte gravemente dañado por la replicación continua del virus durante un
lapso prolongado (...) El caso de un niño nacido de una madre con VIH, en el
que la mayoría de las infecciones se transmiten al recién nacido al momento o
alrededor del parto, ofrece una excelente oportunidad para curar a un bebé
infectado y esta técnica merece mayor estudio”, dijo.
El paciente de Berlín
Los investigadores dicen que el único caso documentado de
cura del VIH es el de Timothy Brown, conocido como el “paciente de Berlín”. En
2007, Brown, un estadounidense con VIH en Alemania, estaba luchando contra la
leucemia y el VIH cuando se sometió a un trasplante de médula que no sólo lo
curó del cáncer sino también del VIH.
Durante una entrevista que dio el año pasado, Brown dijo
a Sanjay Gupta, jefe de corresponsales médicos de CNN, que seguía libre de VIH.
“Me han hecho pruebas en todas las partes posibles”, dijo Brown, quien ahora vive en San Francisco. “Han estudiado mi sangre en muchas, muchas agencias. Me he sometido a dos colonoscopías para buscar VIH en mi colon y no han encontrado nada”.
Sin embargo, el caso de Brown es inusual.
Además, el procedimiento —que es extremadamente
peligroso— no funcionaría para la mayoría de los pacientes porque la médula
ósea que recibió tenía una mutación genética especial que hizo que las células
madre que contenía fueran naturalmente resistentes al virus.
Los investigadores dijeron a CNN que esta mutación está
presente sólo en el 1% de los caucásicos —la mayoría procedentes del norte de
Europa— y que ningún afroamericano o asiático tiene esta mutación en particular.
En junio, cinco años después de que quedara “curado”,
salieron a la luz reportes que indicaban que se habían hallado “indicios” del
virus en la sangre de Brown.
Incluso entonces, algunos expertos en VIH dijeron que eso
no importaba, que estaba curado.
De hecho, muchos expertos en sida dicen creer
que Brown ha experimentado lo que se llama una cura “esterilizadora”, lo que
significa que el virus se eliminó completamente del cuerpo.
Gay dijo que se siguen haciendo pruebas clínicas de
rutina a la niña de Mississippi.
Hasta ahora, no se han encontrado indicios del virus.
“Ocasionalmente encontramos señales en las pruebas
ultrasensibles, así que no podemos decir con certeza que esta niña está
absolutamente libre del VIH, pero continuaremos con su seguimiento”, dijo
Luzuriaga.
“Hemos desarrollado una hipótesis en la que ya se basa el diseño de nuevos estudios y pruebas clínicas que nos ayudarán a responder si al intervenir muy tempranamente podríamos tratar a los niños por un tiempo y luego retirarles la terapia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario