Fuertes terremotos originados
desde el 20 de marzo mantienen en
alerta a organismos de socorro y a la población, en un país que vive con la
amenaza latente de un fuerte terremoto.
Los nuevos
sismos han obligado a reforzar los planes de prevención. El gobierno trabaja en
la construcción del plan federal de respuesta frente a escenarios de mega
terremotos.
El terremoto de 7,4 grados según el USGS, provocó
dos muertes y una decena de heridos, pero afectó a miles de viviendas en una
zona rural aislada entre los estados de Oaxaca y Guerrero.
Según el
Servicio Sismológico Nacional de México, la actividad telúrica se ha
incrementado en la costa del Pacífico en estas tres semanas con más de 400
temblores, en una zona donde se registra acumulación de energía por la
interacción de cuatro placas: Cocos (que viene desde Centroamérica), del
Pacífico, la Norteamericana y Rivera.
"Hasta
las 12HOO (18HOO GMT) del 12 de Abril, se han reportado: 394 Réplicas del Sismo
de Ometepec, 19 Réplicas del Sismo Michoacán y ocho réplicas del sismo de
Guerrero Negro", indicó un resporte de la entidad, responsable de la red
de sismográfos en México.
La
frecuencia de los sismos ha vuelto recurrente las imágenes en televisión
mostrando a miles de personas desalojando edificios en Ciudad de México, en
maniobras practicadas en simulacros.
El
secretario de Protección Civil de la capital, Elías Moreno Brizuela, anunció
este jueves que a partir del 20 de abril se reforzaran los simulacros en las
escuelas.
La capital
mexicana, escenario de numerosos e intensos terremotos como el de septiembre de
1985, de 8,1 en la escala Richter, mantiene un plan de preparación para un
sismo de similar impacto. En 1985 murieron más de 6.000 personas, según el
balance oficial o hasta 30.000 según organismos de socorro.
Ciudad de
México tiene un minucioso plan de riesgos, dispone de una flotilla de
helicópteros para rastrear rapidamente puntos estratégicos tras un temblor e
incluso una alarma que alerta pocos segundos antes por sismos superiores a los
5,5 grados Richter, aunque de efectividad limitada.
El miércoles
la señal de alarma no funcionó pues el origen del sismo estaba lejano a los
detectores que la activan; una aplicación para teléfonos móviles presentada la
semana pasada tampoco anunció el movimiento.
El alcalde
de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, declaró este jueves a la prensa que se
ampliará la capacidad de esa alarma pero dijo que el sistema tardará aún unos
meses en estar totalmente listo. Hay "un protocolo de pruebas muy complejo
para que no haya una alerta o alarma falsa", explicó.
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