Así como los aviones tiene una caja negra (en realidad es roja) donde
guardan la información de todos los vuelos, los seres humanos tenemos
nuestra caja negra (en realidad es gris) donde guardamos toda la
información de nuestra vida, esto es la memoria. Una
persona adulta tiene unos 100,000 millones de neuronas y unos 100
billones de interconexiones (sinapsis) entre éstas, según algunas
estimaciones varía entre 7 y 10 terabytes, o sea que si utilizáramos
toda nuestra memoria podríamos almacenar unas diez billones de páginas
escritas. El cerebro tiene varias divisiones, por ejemplo, el córtex
temporal almacena los recuerdos de nuestra más tierna infancia, el
significado de las palabras se guarda en la región central del
hemisferio derecho y los datos de aprendizaje en el córtex
parieto-temporal, los lóbulos frontales se dedican a organizar la
percepción y el pensamiento y muchos de nuestros automatismos están en
el cerebelo.
Memorias, recuerdos y experiencias
Todos los seres vivos guardamos en nuestra propia caja negra los recuerdos y experiencias, el problema es que todavía la ciencia no tiene muy claro como funciona este sistema en plantas, animales y, por supuesto, menos en los seres humanos, ya que el sistema neuronal es tan perfecto, que su estudio es muy complejo, aun con la moderna tecnología. Todos los que tenemos una mascota sabemos que los animales con un sistema nervioso simple, tienen una gran capacidad de memoria, recuerdos y experiencias, por supuesto, esta capacidad alcanza su máxima expresión en los seres humanos. La memoria permite retener experiencias pasadas, existiendo tres tipos diferentes: memoria a corto plazo o transitoria, memoria a mediano plazo o recuerdos y memoria a largo plazo o experiencia.
"Lo tengo en la punta de la lengua"
Según Heráclito nadie puede bañarse dos veces en un mismo río, porque aunque aparentemente el río es el mismo, el agua que corre por él ha cambiado, a los seres vivientes nos ocurre lo mismo, minuto a minuto cambiamos, aunque aparentemente somos los mismos, realmente somos el conjunto de nuestra memorias, recuerdos y experiencias, y cada segundo cambiamos, porque el cúmulo de recuerdos y experiencias, del día a día, nos van modelando poco a poco. Algunos cambios son reales y otros ficticios, porque la memoria falla, los recuerdo se alteran y la experiencia cambia, cuantas veces no recordamos palabras, hechos o nombres, todos hemos experimentado esos momentos cuando tenemos algo "en la punta de la lengua" o "no recordamos el nombre de un vecino o del hijo de un amigo", estos son momentos de zozobra, esto prueba que nuestro cerebro puede archivar datos durante toda la vida, pero falla el índex, tenemos una falla en nuestro buscador interno, los jóvenes dirían que falla el "Google", y no tenemos el poder para retirar la información necesaria en el instante preciso. Mucha veces, para proteger al individuo, el sistema nervioso bloquea la búsqueda de determina información, y creemos haber perdido la memoria.
¿Borrar lo malo y recordar lo bueno?
En verdad hace más de un siglo el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, habló del concepto de memoria reprimida, explicando que el cerebro humano está dotado de un mecanismo que permite borrar voluntariamente recuerdos indeseables, pero... si pudiera borrar parte o todo... ¿Qué borraría usted de su memoria? Tal vez un hecho repulsivo y traumático, como una violación, quizás una adicción, pero entonces, ¿por qué no borrar todo recuerdo desagradable?, como los castigos que sufrió de pequeño, los golpes, los reveses, las decepciones, entonces surge las preguntas... ¿todo fue malo?, ¿no hay nada bueno por rescatar?, todos vivimos la muerte de algún ser querido, alguien que amamos mucho, esto nos provoco un hecho traumático, pero ¿Borraríamos esas imágenes de nuestra mente?, tal vez intentaríamos recordar los momentos alegres, pero no borraríamos los malos, la mayoría de la gente evitaría el dolor en el presente, pero no necesariamente lo eliminaría de su pasado.
Manipular los recuerdos
Haga una prueba, solicítele a un pariente o amigo su infancia o adolescencia, que recuerde una anécdota que compartió con usted, puede ser una travesura o el baile de egresados o algo que este "fresco" en su memoria. Al comparar las dos versiones de la misma historia (la suya y la de la otra persona), vera que en líneas generales se parecen, pero los detalles o el final serán diferentes, ninguno a cambiado algo deliberadamente, simplemente es que la memoria guarda los recuerdos de acuerdo a la personalidad de cada individuo, para algunos serán importantes las vestimentas o el decorado, para otros los personajes y sus ridiculeces o defectos, etc., lo que ocurre es que los recuerdos se adaptan a las necesidades o conveniencias de cada uno. Probablemente recordemos mas detalles de un accidente de transito que de una fiesta, porque si la experiencia fue intrascendente, probablemente no quede muchos detalles de la misma, pero si fue traumática o frustrante nos acompañará siempre.
Lo bueno es que podemos manipular nuestra memoria y recuerdos, para recibir lo que deseamos y hasta efectuar algunos cambios que nos beneficie, como vimos la evocación de un recuerdo, por su propia forma, tiende a modificarlo, es decir, cada vez que recordamos algo, a la vez que lo reforzamos los estamos alterando, entonces cuando evocamos un recuerdo no podemos evitar interpretarlo con los conocimientos que tenemos en este momento, así el hecho recordado se altera un poco ajustándose, y realmente creando uno nuevo, incluso, la próxima vez que recordemos lo mismo, lo recuperaremos de nuestra caja negra, con la modificación anterior y volveremos a modificarlo un poco más, de acuerdo al presente, que a su vez queda alterado con el recuerdo. Borramos y rescribimos muchas veces el mismo pasaje, hasta que ya no sabemos si es real o imaginario. El porcentaje de alteración puede variar, desde cambiar un detalle básicamente insignificante a recrear un recuerdo que realmente nunca existió.
Cambiar lo negativo
Todos tenemos experiencias del pasado que deseamos cambiar, alterar y modificar, esto se logra manipulando las características y los parámetros de estos recuerdos, y para ello hay un método práctico de nueve pasos:
1- Relajarse en un lugar tranquilo, sin ruidos ni interrupciones.
2- Buscar en su mente un recuerdo desagradable o negativo, puede comenzar con algo sencillo, como una discusión familiar o laboral que lo estrese.
3- Preste atención a las características de este recuerdo, no se concentres en el momento desagradable, mire la "película" completa, ¿Cómo comenzó?, ¿Dónde estaba?, ¿Qué ocupaba su mente en ese momento?, ¿Cómo llego al punto mas grave?, ¿Hacia donde fue Usted cuando termino?
4- Imagine que esta en un cine viendo la "película", observe todo como si fueras un espectador alejado, disociado de la escena.
5- Concéntrese en los sonidos de esa "película", altérelos bajando el volumen, suavizando los gritos, cambiando las voces, el tono y la intensidad a la otra u otras personas, incluso agréguele voces tontas y risibles.
6- Mire las imágenes de la "película", aumente la iluminación con una luz fuerte, cambie la vestimenta a las personas con quienes discutió, vístalos de payasos, cuanto más ridículos mejor.
7- Ahora coloque la "película" desde el comienzo con los cambios que efectuó, mírela hasta el final como si fuera real, si le resulta divertido, mejor.
8- Guarde los recuerdos en su memoria, con todos los nuevos cambios.
9- Respire profundamente e imagine que esta en un lugar de vacaciones.
Recuerde que no ha cambiado el pasado, lo que ha vivido ha sucedido, pero sí ha cambiado sus estados internos, en su recuerdo ha redefinido "la realidad", su memoria nunca tendrá la misma interpretación de aquello que ha experimentado en ese momento del pasado, quitando el poder a ese recuerdo nocivo, que tal vez seguía influyendo negativamente en su vida de hoy, partiendo de la base que toda experiencia vivida fue para enseñarnos algo, nos ayudara a cambiar las experiencias negativas, al recordar un hecho traumático y analizarlo desde su cara positiva nos permitirá guardar en la memoria el mismo hecho pero con la mínima carga negativa posible.
Memorias, recuerdos y experiencias
Todos los seres vivos guardamos en nuestra propia caja negra los recuerdos y experiencias, el problema es que todavía la ciencia no tiene muy claro como funciona este sistema en plantas, animales y, por supuesto, menos en los seres humanos, ya que el sistema neuronal es tan perfecto, que su estudio es muy complejo, aun con la moderna tecnología. Todos los que tenemos una mascota sabemos que los animales con un sistema nervioso simple, tienen una gran capacidad de memoria, recuerdos y experiencias, por supuesto, esta capacidad alcanza su máxima expresión en los seres humanos. La memoria permite retener experiencias pasadas, existiendo tres tipos diferentes: memoria a corto plazo o transitoria, memoria a mediano plazo o recuerdos y memoria a largo plazo o experiencia.
"Lo tengo en la punta de la lengua"
Según Heráclito nadie puede bañarse dos veces en un mismo río, porque aunque aparentemente el río es el mismo, el agua que corre por él ha cambiado, a los seres vivientes nos ocurre lo mismo, minuto a minuto cambiamos, aunque aparentemente somos los mismos, realmente somos el conjunto de nuestra memorias, recuerdos y experiencias, y cada segundo cambiamos, porque el cúmulo de recuerdos y experiencias, del día a día, nos van modelando poco a poco. Algunos cambios son reales y otros ficticios, porque la memoria falla, los recuerdo se alteran y la experiencia cambia, cuantas veces no recordamos palabras, hechos o nombres, todos hemos experimentado esos momentos cuando tenemos algo "en la punta de la lengua" o "no recordamos el nombre de un vecino o del hijo de un amigo", estos son momentos de zozobra, esto prueba que nuestro cerebro puede archivar datos durante toda la vida, pero falla el índex, tenemos una falla en nuestro buscador interno, los jóvenes dirían que falla el "Google", y no tenemos el poder para retirar la información necesaria en el instante preciso. Mucha veces, para proteger al individuo, el sistema nervioso bloquea la búsqueda de determina información, y creemos haber perdido la memoria.
¿Borrar lo malo y recordar lo bueno?
En verdad hace más de un siglo el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, habló del concepto de memoria reprimida, explicando que el cerebro humano está dotado de un mecanismo que permite borrar voluntariamente recuerdos indeseables, pero... si pudiera borrar parte o todo... ¿Qué borraría usted de su memoria? Tal vez un hecho repulsivo y traumático, como una violación, quizás una adicción, pero entonces, ¿por qué no borrar todo recuerdo desagradable?, como los castigos que sufrió de pequeño, los golpes, los reveses, las decepciones, entonces surge las preguntas... ¿todo fue malo?, ¿no hay nada bueno por rescatar?, todos vivimos la muerte de algún ser querido, alguien que amamos mucho, esto nos provoco un hecho traumático, pero ¿Borraríamos esas imágenes de nuestra mente?, tal vez intentaríamos recordar los momentos alegres, pero no borraríamos los malos, la mayoría de la gente evitaría el dolor en el presente, pero no necesariamente lo eliminaría de su pasado.
Manipular los recuerdos
Haga una prueba, solicítele a un pariente o amigo su infancia o adolescencia, que recuerde una anécdota que compartió con usted, puede ser una travesura o el baile de egresados o algo que este "fresco" en su memoria. Al comparar las dos versiones de la misma historia (la suya y la de la otra persona), vera que en líneas generales se parecen, pero los detalles o el final serán diferentes, ninguno a cambiado algo deliberadamente, simplemente es que la memoria guarda los recuerdos de acuerdo a la personalidad de cada individuo, para algunos serán importantes las vestimentas o el decorado, para otros los personajes y sus ridiculeces o defectos, etc., lo que ocurre es que los recuerdos se adaptan a las necesidades o conveniencias de cada uno. Probablemente recordemos mas detalles de un accidente de transito que de una fiesta, porque si la experiencia fue intrascendente, probablemente no quede muchos detalles de la misma, pero si fue traumática o frustrante nos acompañará siempre.
Lo bueno es que podemos manipular nuestra memoria y recuerdos, para recibir lo que deseamos y hasta efectuar algunos cambios que nos beneficie, como vimos la evocación de un recuerdo, por su propia forma, tiende a modificarlo, es decir, cada vez que recordamos algo, a la vez que lo reforzamos los estamos alterando, entonces cuando evocamos un recuerdo no podemos evitar interpretarlo con los conocimientos que tenemos en este momento, así el hecho recordado se altera un poco ajustándose, y realmente creando uno nuevo, incluso, la próxima vez que recordemos lo mismo, lo recuperaremos de nuestra caja negra, con la modificación anterior y volveremos a modificarlo un poco más, de acuerdo al presente, que a su vez queda alterado con el recuerdo. Borramos y rescribimos muchas veces el mismo pasaje, hasta que ya no sabemos si es real o imaginario. El porcentaje de alteración puede variar, desde cambiar un detalle básicamente insignificante a recrear un recuerdo que realmente nunca existió.
Cambiar lo negativo
Todos tenemos experiencias del pasado que deseamos cambiar, alterar y modificar, esto se logra manipulando las características y los parámetros de estos recuerdos, y para ello hay un método práctico de nueve pasos:
1- Relajarse en un lugar tranquilo, sin ruidos ni interrupciones.
2- Buscar en su mente un recuerdo desagradable o negativo, puede comenzar con algo sencillo, como una discusión familiar o laboral que lo estrese.
3- Preste atención a las características de este recuerdo, no se concentres en el momento desagradable, mire la "película" completa, ¿Cómo comenzó?, ¿Dónde estaba?, ¿Qué ocupaba su mente en ese momento?, ¿Cómo llego al punto mas grave?, ¿Hacia donde fue Usted cuando termino?
4- Imagine que esta en un cine viendo la "película", observe todo como si fueras un espectador alejado, disociado de la escena.
5- Concéntrese en los sonidos de esa "película", altérelos bajando el volumen, suavizando los gritos, cambiando las voces, el tono y la intensidad a la otra u otras personas, incluso agréguele voces tontas y risibles.
6- Mire las imágenes de la "película", aumente la iluminación con una luz fuerte, cambie la vestimenta a las personas con quienes discutió, vístalos de payasos, cuanto más ridículos mejor.
7- Ahora coloque la "película" desde el comienzo con los cambios que efectuó, mírela hasta el final como si fuera real, si le resulta divertido, mejor.
8- Guarde los recuerdos en su memoria, con todos los nuevos cambios.
9- Respire profundamente e imagine que esta en un lugar de vacaciones.
Recuerde que no ha cambiado el pasado, lo que ha vivido ha sucedido, pero sí ha cambiado sus estados internos, en su recuerdo ha redefinido "la realidad", su memoria nunca tendrá la misma interpretación de aquello que ha experimentado en ese momento del pasado, quitando el poder a ese recuerdo nocivo, que tal vez seguía influyendo negativamente en su vida de hoy, partiendo de la base que toda experiencia vivida fue para enseñarnos algo, nos ayudara a cambiar las experiencias negativas, al recordar un hecho traumático y analizarlo desde su cara positiva nos permitirá guardar en la memoria el mismo hecho pero con la mínima carga negativa posible.
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