¿Tienes la sensación que cuando prendes la tele a las 21
horas alguien pensó que eres un imbécil? No te preocupes. Algunos noteros de TV
se cuestionan a diario el haber estudiado periodismo y aquí nos cuentan cómo se
construyen las pautas de sangre, fútbol y banalidades que consumen a diario la
mayoría de los hogares chilenos.
¿El aumento
de la venta de hielo en el verano puede ser un tema digno de un noticiario? El
editor de Chilevisión así lo consideró, al destacar el aumento de dicho
producto en 400% en el período estival.
Mega estimó
relevante para su noticiario mostrar a un hombre armado que se atrincheró en su
casa, porque no quería que su hermano le quitara la parte que le corresponde de
la propiedad.
¿Informan
estas dos noticias a la opinión pública? ¿Responden a las preguntas básicas del
periodismo?
Los
noticiarios de televisión abierta actualmente se reducen a tres temáticas:
deporte (particularmente fútbol), social (que incluye denuncias, demandas,
abusos y conflictos) y policial/ judicial. Estos temas abarcan gran parte del
total del noticiario, dejando en segundo plano a las noticias internacionales,
económicas, políticas, culturales, científicas y de derechos humanos, entre
otras. Lo que percibe el telespectador que sólo se informa a través de los
noticiarios, es un mundo donde hay criminalidad, abusos, y donde el fútbol
ocupa un lugar central.
La Facultad
de Comunicaciones de la UC publicó en 2010 un análisis sobre la pauta de los
noticiarios. El documento tomó 14 emisiones del noticiario central de TVN,
Canal 13, Mega y Chilevisión e hizo un estudio sobre dos “semanas construidas”.
La muestra tiene 56 emisiones, las que corresponden a un día diferente de la
semana de 14 semanas sucesivas entre el 18 de marzo y el 14 de junio del 2009.
Según el
estudio, la mayor cantidad de fuentes de las notas de los
noticieros son testimoniales. Chilevisión es el canal que utilizó
más este tipo de informantes alcanzando el 61%, pero según la publicación estos
tienen escaso valor informativo. Por ejemplo en una nota sobre los niños en la
playa de Pucón realizada este mes por TVN, ejemplos de fuentes son menores que
declaran “me gusta la arena”, “me gusta cuando me baño en el agua” o “vengan,
porque acá es bakán y lo van a pasar bien”.
Respecto a
los temas más tratados, lidera deportes, con un 25% aproximadamente del total
de la cobertura de los cuatro principales canales. Luego viene social,
tribunales y policía, y luego Estado y política.
En términos
de rating, TVN lideró a excepción de los fines de semana, en que ganó
Chilevisión. Sin embargo, ambos finalizaron el año disputando la sintonía.
El trabajo al interior de los noticiarios
Un reportero
de TVN asegura que “la gente no entiende que esto es un negocio como cualquier
otro. Si hago una autoevaluación, de 30 notas que damos, 5 son noticia. Si
tienes una buena imagen de un hombre agarrando a combos a un micrero, tú puedes
convertir eso en una historia. Rellenar, un buen clip con música y armas una
cosa. Pero información, cero. Es algo que todos lo saben, pero que nadie lo va
a reconocer públicamente”.
Un
periodista de Meganoticias señala que “si la gente se quiere informar más
a fondo, lee el diario. Pero para ver el noticiario central, la gente quiere un
resumen rápido y si se puede algo para entretenerse, mejor”. Afirma que los
noticieros hacen subir la percepción de la delincuencia y Chilevisión parte su
noticiero para captar el morbo. “La gente no ve los temas que dice querer ver,
como temas culturales o científicos”.
Un conductor
explica que “en la televisión se hace un producto gentil para todos, pero al
final no hay nada. Y el verano es guateado, porque la agenda baja bastante. La
gente quiere llegar a su casa y ver algo que los distraiga”.
El reportero
de TVN asegura que “el día a día de las noticias a nadie le encanta. Yo he
hecho quinientas mil veces la misma nota. La nota del calor, la del frío, el
fenómeno del polar… tendencias. El 13 lo empezó muy fuerte como el 2003. Al
principio les fue muy bien, pero después empezaron a hacer notas de
ventiladores, de que la gente consume más agua, etc.
De cada cinco días que sales a reportear, dos tú dices ‘puta, para qué chucha estudié está huevada”.
De cada cinco días que sales a reportear, dos tú dices ‘puta, para qué chucha estudié está huevada”.
Un reportero
de Chilevisión comenta que la pauta tiene uno o dos temas políticos, y la
mayoría es policial. “Yo encuentro que hago periodismo porque es lo que a la
gente le gusta. Le gusta la acción. A CHV le está yendo súper bien”.
Otro
reportero de TVN confiesa que “hay noticias que están ahí por rating. Desde el
punto de vista periodístico, a nosotros nos conviene pelear el primer lugar con
Canal 13 y no con CHV.
Chilevisión métale you tube y las notas medias freak. A veces tenemos que hacer noticias donde decimos ¿qué es esto? Porque te arrastra CHV, entonces ése es el problema”. El profesional agrega que “cuando la guerra está muy descarnada entre los canales, se tiende a la pauta policial. Y eso puede ser peligroso porque genera una sensación de que vivimos en Colombia o en México”.
Chilevisión métale you tube y las notas medias freak. A veces tenemos que hacer noticias donde decimos ¿qué es esto? Porque te arrastra CHV, entonces ése es el problema”. El profesional agrega que “cuando la guerra está muy descarnada entre los canales, se tiende a la pauta policial. Y eso puede ser peligroso porque genera una sensación de que vivimos en Colombia o en México”.
La agenda policial
El profesor
e investigador en audiovisual de la UC, Valerio Fuenzalida, opina que hay
agendas informativas distintas. “Según los dirigentes sociales, la cobertura de
los noticiarios es de mala calidad. Pero si miramos la audiencia, las
preocupaciones son la delincuencia, la inseguridad, la pobreza, el desempleo,
los malos servicios públicos o la mala calidad de la educación.”
Carlos
Catalán, sociólogo y director académico del magíster sobre comportamiento del
consumidor de la Universidad Adolfo Ibáñez, agrega que “la pauta de los
noticieros se puede estar orientando hacia los sectores de más bajos ingresos,
porque son los que tienen menos posibilidades de tener acceso a otros medios”.
En su opinión, la elite necesita menos la televisión.
“Hay ciertas
temáticas que prácticamente son invisibilizadas por los noticiarios. El tema de
la pobreza, el medioambiental, el de las minorías sexuales y temas urbanos.
Entonces me parece que la oferta de contenido en ese sentido es pobre y
uniforme”, asegura Diego Moulián, periodista y ex director de Munizaga
Consultores.
El
periodista Fernando Paulsen cuenta que “en CHV decidieron tirar situaciones de
drama humano al principio, pero si tú pudieras levantar rating cantando arias
de ópera, créeme que todos abrirían su noticiario con gordos cantando ópera”.
Luis Breull,
comentarista en temas de industria de medios (TV) en la radio Duna y profesor
de la UC y de la Universidad Alberto Hurtado, afirma que “el ejercicio de CHV
de abrir con el eje judicial/policial es una táctica válida y eficaz de
construcción de audiencia, que terminó por plasmar un viraje de la industria
siguiendo esa ruta”. Pero insiste en que el primer bloque de los noticieros es
finalmente lo que la gente cree que es lo más importante, la jerarquía. “Y si
recogen la criminalidad, se impone un sentido de realidad distinto del que se
forman quienes consumen noticias por otras vías. Esto reproduce un clasismo y
una segmentación excluyente”.
Las
posibilidades de la televisión para informar son limitadas, debido al escaso
espacio del tiempo. Valerio Fuenzalida cuenta que una hora de televisión ocupa
el equivalente de ¾ de una página de El Mercurio reducido a texto escrito. “La
capacidad de la palabra-código verbal escrito, es impactante”, concluye.
Sensacionalismo y realidad
Distintos
estudios revelan que la televisión es el medio más masivo y con mayor
credibilidad y penetración en los hogares. “Se fortalece la imagen que tiene un
componente emocional. El 2010 fue un año anómalo: el terremoto, los mineros,
accidentes en la carretera, el incendio en la cárcel… en todos los estudios que
he visto, ese sensacionalismo fue valorado por la gente en su dimensión informativa”,
afirma Carlos Catalán, y ejemplifica: “Todo este concepto de lo sensacionalista
es discutible. Para la persona que vive en un campamento, donde viven ocho
personas en unos 40 metros. ¡Qué sensacionalismo! ¡Es la realidad!”.
Luis Breull
explica que “si una persona mayor sólo se queda con la pauta de los
noticiarios, no le estás ayudando a entender cómo se toman decisiones, por qué
suben o bajan sus pensiones, por qué si tú jubilas en un determinado momento,
tu jubilación puede ser mucho más baja que si jubilaras en otro… una pauta que
sea relevante para la tercera edad, pero no se da”.
Diego
Moulián comenta que hay hitos relevantes que casi no se trataron en los
noticieros de televisión abierta durante el año pasado, como la huelga mapuche.
“Las primeras semanas no aparecía en los noticiarios de televisión… en el
principal medio donde se informan las grandes mayorías del país era soslayado”.
Y agrega que “tampoco se entregaron, o muy pobremente, antecedentes para
explicar las razones profundas de la huelga, como cuál ha sido la política de
la relación histórica del Estado de Chile con las minorías étnicas y cuál fue
la política de la Concertación o del Gobierno Militar”.
En la
publicación de la UC se recoge la tesis de García Avilés, quien plantea que cuando
se dejan de lado temáticas relevantes, los medios no generan debate sobre los
temas que afectan a la ciudadanía, y no se construye un espacio público que
acoja a los sectores sociales. Por lo tanto, se afecta a la agenda pública y a
la salud del sistema democrático.
El rol de la televisión
“La
vendedora que vive en Pudahuel y que tiene que trabajar en un retail del Alto
Las Condes, ¿de qué conversa con una clienta que vive en Las Condes o con una
supervisora que vive en La Reina? De la conversación que le puede dar la tele.
Entonces esos programas masivos te integran. De Bielsa hablamos todos”, dice
Catalán.
A nivel
estatal, el CNTV realizó un informe sobre la cobertura del terremoto, y llegó a
la conclusión de que “los datos indican que los televidentes se vieron
impactados emocionalmente, producto de la reiteración de temas e imágenes y por
algunos estilos de tratamiento de los hechos, principalmente testimonios de las
víctimas”.
El estudio
asegura que el tratamiento se percibió como sensacionalista y que “según los
hallazgos del estudio de pantalla van desde pequeñas transgresiones hasta el
abuso del recurso dramático en la construcción de noticias. No sólo se
afectaron los televidentes adultos sino también los niños, razón relevante a
considerar, especialmente cuando quienes entregan información no son
periodistas sino presentadores de televisión con escasa formación para
enfrentar los efectos psico- sociales de una tragedia de tal magnitud”.
Fte: ElMostrador
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