Los nueve mineros
que permanecían atrapados desde el pasado jueves en la mina Cabeza de
Negro, en Perú, han sido rescatados. Ayudados por los socorristas, los
obreros salieron a la superficie con lentes oscuras para protegerse de
los rayos solares.
Todos ellos fueron recibidos en el exterior por sus familiares, por el
presidente Ollanta Humala y dos miembros de su gabinete: la ministra de
la Mujer, Ana Jara, y el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino. Los
mineros saludaron al jefe de Estado y le dieron muestras de
agradecimiento por encabezar con éxito las tareas de rescate.
Una vez en superficie todos ellos fueron examinados en tiendas
habilitadas en la zona. Aunque parecen encontrarse en buen estado estado
de salud, los mineros serán trasladados a un centro médico para
someterse a una evaluación más pormenorizada. Durante el tiempo que duró
su liberación, los equipos de rescate les hicieron llegar oxígeno y
agua a través de una manguera. El operativo de salvamento fue
cuidadosamente dispuesto para evitar cualquier tipo de derrumbe.
El incidente en esta pequeña mina de cobre ubicada en el sur de Perú ha
multiplicado las voces que exigen una mayor regulación del sector de
las minería informal del país. La mina de Cabeza de Negro tenía permiso
para operar hasta hace dos años, per fue cerrada por la inestabilidad
del terreno y a causa de un derrumbe.
“Tenemos que establecer mecanismos para que estas familias puedan
formalizarse, tengan condiciones de seguridad, y hay que sancionar a
esos intermediarios ilegales, que promueven la explotación del hombre
por el hombre en condiciones infrahumanas y que, además, ni pagan
impuestos”, ha dicho el jefe de Estado.
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