Un activista de Greenpeace desafió el sistema de seguridad de una central nuclear francesa al llegar a su techo en un parapente. Antes de su ‘aterrizaje’ el ecologista tiró una granada de humo.
El incidente ocurrió en la planta nuclear de Bugey, al este de Francia. La policía detuvo inmediatamente al activista y a otro integrante de la organización ecologista que se encontraba cerca de la central nuclear dando instrucciones a su compañero. La operadora de la planta, EDF, aseguró que no hubo amenzas a la seguridad de la central.
En su página web, Greenpeace asegura que quería atraer la atención de los candidatos Nicolás Sarkozy y Francois Hollande al problema de la seguridad en las centrales nucleares. El hecho de que se puede llegar hasta Burgey por aire y lanzar granadas demuestra la mala protección de la planta en caso de un ataque aéreo, según los ecologistas.
El problema de la seguridad de las intalaciones de energía nuclear se convirtió en un tema candente en todo el mundo tras la tragedia de la planta Fukushima-1, que fue dañada por el terremoto y el tsunami del año pasado en Japón.
Francia es el segundo país productor de energía nuclear del mundo, detrás de EE. UU. El 74% de la energía eléctrica en el país galo es generado por sus 19 plantas nucleares.
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