Culturas primitivas alrededor del mundo han tenido durante siglos historias
y leyendas que hablan sobre aves gigantescas que viven en regiones de gran
altura y que solo bajan a la tierra de vez en cuando para buscar alimento. Con
la capacidad de llevar en sus garras animales de gran tamaño, incluso elefantes
que luego dejan caer sobre las rocas para matarlos y comer de ellos.
De todos estos, los más populares son los Roc, provenientes de las leyendas
del medio oriente pero presuntamente con origen en la India, los Roc son
enormes aves de gran fuerza y un temible sonido proveniente de su pico y alas
que era una pesadilla para quien se topaba con uno. Marco Polo afirma haber
visto uno en uno de sus viajes de esta forma esparciendo la leyenda por toda
Europa. Antonio Pigafetta cronista acompañante de Magallanes, afirmaba que los
Roc habitaban cierta región del mar de China y que solo podía uno esconderse a
su paso.
Cuentos de hadas del medio oriente como Simbad el Marino están llenos de
historias de Rocs que destruyen barcos sobre todo en venganza por la ruptura de
uno de sus huevos. Los huevos de Roc eran especialmente apetecidos como
reliquias en Europa lo que llevó a varios charlatanes a disfrazar huevos de
avestruz y hacerlos pasar por Rocs.
Igualmente en las Américas hay relatos frecuentes de aves
gigantescas, en diferentes tribus de Norte, Centro y Sudamérica, pero tal
vez la más conocida de ellas es la proveniente de las tribus de
Norteamérica que lidiaban con una feroz raza de aves gigantescas llamadas
thunderbirds. El nombre deriva de las descripciones según las cuales estos
animales al batir sus alas producían un sonido como de trueno. Similares al Ro,
son extremadamente agresivos y al encontrarse con uno lo único que podía hacer
uno era tratar de esconderse para no ser visto. Pero no todo es malo, según los
lakota, los seres humanos estamos aquí gracias a los Thunderbirds que en
tiempos antiguos lucharon y mataron a una raza de reptiles gigantes que vivían
en la región llamados los unktehila.
La mayoría de relatos describen a los Roc y a los Thunderbirds como águilas
gigantescas pero algunas otras fuentes identifican a estos animales como
reptiles voladores gigantes. Para muchos criptozoólogos, este tipo de
relatos y otros como los de los dragones medievales son pruebas de que
reptiles voladores como aquellos que existieron en la época de los
dinosaurios continuaron habitando la tierra al menos hasta principios del siglo
XX.
En octubre de 1886, un periódico de California reportó el avistamiento de
una de estas criaturas en la laguna Elizabeth, conocida por los antiguos
habitantes españoles y mexicanos como la laguna del diablo. Durante años,
la laguna era centro de leyendas sobre terribles monstruos alados y en el
pasado varios de los propietarios de la tierra alrededor del lago habían tenido
que abandonar la tierra por temor al monstruo alado de la alguna. El reporte de
1886 acusaba al monstruo de devorar una importante cantidad de ganado y el
propietario de la finca ofrecía recompensa a quien pudiera capturar viva a la
criatura para vendérsela a un circo. Muchos intentaron incluso uno afirma haber
tenido un encuentro muy cercano con la criatura a la que le disparó en una de sus
alas, la bala al entrar en su ala sonó como si golpeara metal. Finalmente
a la criatura se le vio volar hacia el este y jamás se le volvió a ver.
Días después el periódico llamado El Epitafio de la ciudad de
Tombstone en Arizona, reportó que un grupo de vaqueros habían visto una
criatura similar en el desierto que al parecer volaba con dificultad y a la que
habían matado después de varios intentos y llevado al pueblo en una diligencia.
En 1960, la revista Saga de eventos paranormales revive el artículo del
Epitafio y afirma que acompañando al artículo venía una fotografía de seis
vaqueros posando alrededor de lo que parece ser un Pterodáctilo prehistórico
con las alas extendidas. Y aquí es donde viene la parte misteriosa,
muchas personas juran haber visto la fotografía en los 60’s no solamente en
Saga sino en programas de tv y periódicos alrededor de USA, pero la fotografía
desapareció misteriosamente y jamás pudo volver a encontrársele. Si la
fotografía no existió, ¿por qué tanta gente afirma recordar haberla visto?
Y si existió ¿por qué desaparecieron todas las copias?.
En 1995, Derek Williams, un coleccionista de libros antiguos, llegó a una
pequeña librería en un pueblo olvidado de Arkansas donde adquirió varios
libros, entre ellos, un libro de temas paranormales de principios de los años
70’s. Dentro del libro suelta y doblada, encontró una fotografía similar a la
de los vaqueros pero en vez de vaqueros lo que se veía eran soldados de la
guerra civil americana posando al frente de lo que parece ser un pterodáctilo.
Derek envió la fotografía a
varias universidades donde se determinó que se trataba de una fotografía tomada
en los años sesenta a la fotografía original, una técnica muy
utilizada en la época para preservar fotografías antiguas, pero la imagen
correspondía correctamente con los trajes de la época de la guerra civil y los
artefactos y efectos ópticos que aparecían en la imagen correspondían con los
encontrados en cámaras de la época. La conclusión es que la fotografía
original era de alrededor de 1890 y que si era un engaño era un engaño de esa
época. Desde ese día muchos afirman que es real mientras otros afirman
que es falsa, la bitácora de Derek y su búsqueda de la verdad se puede leer aquí.
Thunderbirds y Rocs han sido
reportados en épocas tan recientes como el 2003 en Texas y 2005 en el Tíbet
pero de nuevo la falta de evidencia concreta hace que la ciencia los considere
apenas una leyenda.
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