Los tripulantes noruegos y turistas australianos de la
embarcación presenciaron y grabaron una enorme ola surgida en la costa de
Groenlandia.
El desprendimiento de un
fragmento de un gigantesco iceberg creó una enorme ola que estuvo cerca de
arrollar a un pequeño barco en el que viajaban turistas australianos, en la
costa de Groenlandia.
La embarcación navegaba por el
fiordo helado de Ilulissat -patrimonio de la Unesco y uno de los glaciares más
rápidos y activos del mundo-, cuando a unos 180 metros toda una pared de hielo
se precipitó al agua.
“El hermoso paisaje era increíble. Hemos sido muy afortunados de haber presenciado todo esto y de haberlo podido grabar”, dijo Jens Moller, de 23 años, sobrino del capitán del barco. Pero, al mismo tiempo reconoció que “la naturaleza no se preocupa por nadie. Ese día casi se convirtió en nuestro último día”.
“El hermoso paisaje era increíble. Hemos sido muy afortunados de haber presenciado todo esto y de haberlo podido grabar”, dijo Jens Moller, de 23 años, sobrino del capitán del barco. Pero, al mismo tiempo reconoció que “la naturaleza no se preocupa por nadie. Ese día casi se convirtió en nuestro último día”.
Hace unos días otro enorme iceberg se desprendió del
glaciar Petermann, también en Groenlandia.
El bloque de hielo, que es de un tamaño equivalente a dos veces la isla de
Manhattan, flota ahora a la deriva por el mar. La NASA, que vigila su
desplazamiento, captó la escena.
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