El riesgo de presentar una reacción alérgica a picaduras
de insectos, como las avispas o las abejas, aumenta durante los meses de
verano. Y los niños son los más propensos a sufrirlas, según la Sociedad
Española de Inmunología Clínica y alergia Pediátrica.
Los más populares entre los insectos veraniegos son sin
duda los mosquitos. Aunque sus picaduras suelen ser molestas y en algunos casos
espectaculares, pero no entrañan riesgos para la vida. En cualquier caso, se
aconseja el uso de insecticidas, repelentes para la piel cuando se está en ele
exterior, y en caso de picadura el uso de una crema de tipo corticoide y
antihistamínico para los picores.
Lo cierto es que siempre es mejor el remedio que la
enfermedad. Por eso proponemos una serie de recomendaciones para que, con
elementos naturales, podamos hacernos «un poco» más inmunes a este tipo de
fauna veraniega.
Las picaduras del mosquito, y no dormir por culpa de los
«trompeteros»
Existen, por ejemplo, algunos olores que desagradan tanto
a los mosquitos que consiguen espantarlos. Es el caso de la «lavanda» y la
«albahaca», dos plantas que, por el contrario, no tienen un olor desagradable
para los humanos. Si podemos disponer de alguna de ellas en maceta, y
colocarlas en puertas y ventanas, evitaremos que los «trompeteros» invadan nuestro
hogar. La lavanda se puede también comprar en forma de esencia en las
herboristerías, Con ella podemos hacer una crema, mezclándola con una
hidratante, e impregnar nuestra la piel.
El eucalipto provoca efectos similares, por lo que
podemos cocerlo y colocar recipientes con el agua utilizada en diferentes
puntos del hogar.
Picaduras de abeja: hay que extraer el aguijón
Si la persona que ha sufrido una picadura de abeja es
alérgica al veneno de este insecto es imprescindible actuar con rapidez. Lo
recomendable es acudir a un centro médico cuanto antes.
En casos normales, hay que extraer el veneno presionando
hacia fuera y estirando la piel. Una vez extraído deberemos limpiar la herida
con abundante agua fría. A continuación haremos una mezcla con pan, leche y
miel, que se aplica sobre la picadura aplastándola con un tenedor. Estos
servirán para evitar la inflamación y calmar el dolor.
Las avispas. Varios remedios naturales
Pese a que en algunas ocasiones las abejas y las avispas
puedan parecer insectos semejantes, la realidad es que son muy diferentes, y
sus picaduras no se tratan de la misma manera. El veneno que inoculan las
avispas con su picadura es alcalino, y por tanto debe neutralizarse con
sustancias ácidas. Las avispas no se desprenden del aguijón al picar, por ello
se puede aplicar este tratamiento natural en cuanto sea posible.
Basta con enjuagar la zona afectada con vinagre. Puede
repetirse la operación al cabo de unos minutos si se considera necesario, y
debe evitarse rascar o presionar la zona afectada hasta su curación.
Otra posibilidad es el remedio tradicional que preparaban
muchas abuelas. Se mezcla una cucharadita de bicarbonato con una de agua y se
hace una pasta que se extenderá sobre la picadura dejándolo unos 15 minutos. El
zumo de perejil o la miel también son remedios efectivos.
Hormigas y moscas. No pican, pero incordian
Además de los típicos insecticidas o las cintas
impregnadas en miel o con otras sustancias adherentes, se puede probar a colgar
del techo bolsas de plástico transparentes rellenas de agua.
También se recomienda la citronela como un eficaz
controlador de plagas de moscas. La esencia de esta planta es un remedio ideal
para llevar en nuestro botiquín de viaje pues además de ahuyentar a estos
«bichos» evita y calma la picadura de insectos como los mosquitos.
Se pueden poner varias gotas en muñecas y tobillos o
podemos diluir 10 gotas de la esencia de citronela en 30 ml. de algún aceite
vegetal base (almendra, sésamo, etc.). También podemos poner varias gotas en
las lamparitas para quemar esencias o en vaporizadores o difusores de esencias.
En cuanto a las hormigas, para que no «tomen» nuestra
casa basta con colocar montoncitos de espliego en aquellos lugares donde suelen
aparecer.
Las resistentes cucarachas
La pelea contra las cucarachas puede llegar a hacerse
eterna. Una vez más el laurel puede ser nuestro aliado a la hora de mantenerlas
lejos de nuestros hogares. Habrá que colocarlo en todas las rendijas y agujeros
por las que estas «amiguitas» suelen acceder a nuestras viviendas.
Otra de las «recetas de la abuela» consiste en impregnar
trozos de lechuga con levadura y colocarlos en sitios estratégicos del hogar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario