La declaración se produce en medio de una creciente
tensión entre el OIEA y Teherán.
Un parlamentario iraní acusó
al jefe del regulador de la ONU para la energía nuclear de filtrar información
confidencial sobre la actividad nuclear del país a Israel.
“Los frecuentes viajes de
Amano a Tel Aviv y las preguntas que hace a los altos funcionarios israelíes
sobre su opinión sobre la actividad nuclear de Irán, señalan que han revelado
la información nuclear de Irán al régimen sionista y a otros enemigos de la
República Islámica”, apuntó el parlamentario persa Javad Jahangirzadeh.
Si la actividad realizada por el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) conlleva el fin de la cooperación de la República Islámica con la institución, la responsabilidad será del director del OIEA, Yukiya Amano, señaló Jahangirzadeh.
La semana pasada el vicepresidente de la nación persa y jefe de la Agencia Nuclear iraní, Fereydoun Abbasi Davani, declaró que “terroristas y saboteadores” podrían haberse infiltrado en el OIEA con el objetivo de hundir el programa nuclear iraní.
Este programa provoca una gran preocupación en Occidente, especialmente en EE.UU. e Israel, que consideran que la nación persa podría estar creando una bomba atómica, mientras que Teherán niega esas acusaciones y afirma que sus actividades tienen fines pacíficos. El país hebreo y el norteamericano no descartan realizar un ataque preventivo contra las instalaciones nucleares iraníes, siendo Israel el que parece cada vez más cerca de esa decisión.
Además de la retórica belicosa, algunos países occidentales aplican la presión financiera sobre Irán por medio de diferentes sanciones. Asimismo, Teherán acusa a los servicios especiales occidentales de usar el sabotaje y de asesinar a los científicos nucleares persas para poner fin al programa nuclear de la República Islámica.
Si la actividad realizada por el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) conlleva el fin de la cooperación de la República Islámica con la institución, la responsabilidad será del director del OIEA, Yukiya Amano, señaló Jahangirzadeh.
La semana pasada el vicepresidente de la nación persa y jefe de la Agencia Nuclear iraní, Fereydoun Abbasi Davani, declaró que “terroristas y saboteadores” podrían haberse infiltrado en el OIEA con el objetivo de hundir el programa nuclear iraní.
Este programa provoca una gran preocupación en Occidente, especialmente en EE.UU. e Israel, que consideran que la nación persa podría estar creando una bomba atómica, mientras que Teherán niega esas acusaciones y afirma que sus actividades tienen fines pacíficos. El país hebreo y el norteamericano no descartan realizar un ataque preventivo contra las instalaciones nucleares iraníes, siendo Israel el que parece cada vez más cerca de esa decisión.
Además de la retórica belicosa, algunos países occidentales aplican la presión financiera sobre Irán por medio de diferentes sanciones. Asimismo, Teherán acusa a los servicios especiales occidentales de usar el sabotaje y de asesinar a los científicos nucleares persas para poner fin al programa nuclear de la República Islámica.
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