Hallan en una playa de México un ejemplar vivo de remo de
4,5 metros, cuyo hábitat natural son las cavernas del océano.
La sorpresa llegó en una de las playas del cabo San
Lucas, en México. Un pez remo (también llamado pez sable) pudo llegar hasta la
orilla dejándose arrastrar por la corriente del agua, pero cuando parecía a
punto de encallarse en la arena, reaccionaba y volvía al mar.
Así pasaron unos minutos, mientras los bañistas se
maravillaban de una aparición insólita. Los peces remo habitan en las
profundidades marinas, a más de 1000 metros de profundidad.
Raras son las veces que se les puede ver en la
superficie, salvo agonizantes o muertos en las playas.
El pez remo es el pez óseo más largo que existe, y de él
provienen algunas de las leyendas que se han difundido sobre serpientes y
monstruos marinos. Su aspecto alargado y su cresta de color rojizo pudieron
hacer suponer a los primeros marinos que se encontraban frente a una serpiente
marina o incluso un dragón del mar.
Un pez remo, llamado científicamente Regalecus glesne,
puede alcanzar los 11 m de longitud, aunque hay algunos informes no confirmados
de ejemplares que alcanzarían los 15 o incluso 17 metros, lo que posiblemente
se ajuste más a su tamaño real.
Sirva de comparación esa longitud con la del tiburón
ballena, que alcanza "apenas" los 12 metros.
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