Las autoridades chinas han activado la alerta naranja -la
segunda de mayor nivel tras la roja- en el norte del país asiático, ante el
riesgo de que tormentas de nieve sacudan la zona, aseguró hoy el Centro
Meteorológico Nacional (CMN).
La alerta subió el domingo desde el
color azul del sábado, el indicador más leve del código chino de alerta de
tormentas de nieve y ventiscas.
EL CMN prevé que este domingo y el lunes, fuertes nevadas golpeen el este de la región autónoma de Mongolia Interior, el norte y el oeste de la provincia de Hebei y casi todo Pekín.
Mientras, se esperan lluvias en la práctica totalidad del territorio chino en los próximos dos días, con especial riesgo para las zonas próximas al cauce de los ríos Amarillo y Huaihe.
La capital china amaneció este domingo cubierto de nieve después de que una fuerte nevada comenzara al final del sábado y se prolongara de forma prácticamente ininterrumpida hasta hoy, motivando las alertas de las autoridades.
En julio, al menos 77 personas murieron en Pekín, según las cifras oficiales -otras fuentes la elevan a más de 200-, tras unas fuertes lluvias que anegaron la capital durante más de veinticuatro horas.
Las autoridades fueron entonces muy criticadas por la falta de infraestructura adecuada en Pekín para este tipo de situaciones y también por su supuesta falta de transparencia a la hora de informar acerca del número de fallecidos y damnificados por el temporal.
EL CMN prevé que este domingo y el lunes, fuertes nevadas golpeen el este de la región autónoma de Mongolia Interior, el norte y el oeste de la provincia de Hebei y casi todo Pekín.
Mientras, se esperan lluvias en la práctica totalidad del territorio chino en los próximos dos días, con especial riesgo para las zonas próximas al cauce de los ríos Amarillo y Huaihe.
La capital china amaneció este domingo cubierto de nieve después de que una fuerte nevada comenzara al final del sábado y se prolongara de forma prácticamente ininterrumpida hasta hoy, motivando las alertas de las autoridades.
En julio, al menos 77 personas murieron en Pekín, según las cifras oficiales -otras fuentes la elevan a más de 200-, tras unas fuertes lluvias que anegaron la capital durante más de veinticuatro horas.
Las autoridades fueron entonces muy criticadas por la falta de infraestructura adecuada en Pekín para este tipo de situaciones y también por su supuesta falta de transparencia a la hora de informar acerca del número de fallecidos y damnificados por el temporal.
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