viernes, 14 de diciembre de 2012

LA MITAD DE LOS DEPÓSITOS DE AGUA POTABLE DE EE.UU. PODRÍAN INTOXICARSE


Las autoridades permiten a algunas empresas liberar materiales tóxicos en depósitos desde los que se suministra agua potable.


Las autoridades federales de EE.UU. otorgan a empresas de energía y minería permisos para contaminar acuíferos en más de 1.500 lugares de todo el país.

De este modo se liberarían materiales tóxicos en depósitos subterráneos que suministran agua potable a más de la mitad de la nación.

La Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés) ha concedido la mayor parte de las denominadas “exenciones de acuíferos” a estados occidentales del país afectados por la sequía y cada vez más necesitados de agua, según el portal www.propublica.org,

"Se están sacrificando estos acuíferos", opina Mark Williams un hidrólogo de la Universidad de Colorado y miembro de un equipo de la Fundación Nacional para la Ciencia. 

De acuerdo con una investigación sobre el tema que publica ese mismo sitio web, la propia EPA no mantiene un registro del número exacto de exenciones que se han expedido, de dónde se encuentran o a quién podrían afectar.

Aunque en cientos de estos casos los materiales contaminados se verterán en lugares en los que el agua es ya de por sí de baja calidad, en muchos se permitirá que estas empresas contaminen aguas tan puras que apenas requieren ser filtradas o que son fácilmente tratables con tecnología moderna.

La EPA sólo debería emitir exenciones si los acuíferos están situados en lugares demasiado remotos, sucios o profundos como para abastecer agua potable a precios asequibles. Además, quienes solicitan estos permisos deben demostrar al Gobierno que el agua no está siendo utilizada como agua potable y que nunca lo será. Sin embargo, en ocasiones la agencia ha emitido permisos para partes de embalses que están en uso, asumiendo que los contaminantes permanecerán dentro del área designada en la exención.

"Lo que no se suele tener en cuenta es si pasado un tiempo los residuos fluirán fuera de esa zona, y no hay duda de que así será", dijo Mike Wireman, hidrólogo de la propia EPA y ex empleado del Banco Mundial en cuestiones mundiales de abastecimiento de agua. 

Según Wireman, "en unas décadas ese agua podría verterse en un arroyo y filtrarse en un pozo”, por lo que potencialmente miles de ciudadanos podrían estar en peligro.

“Si usted es un ranchero que vive por ahí y quiere poner un pozo, resultará difícil saber si hay un acuífero exento bajo su propiedad", advirtió el hidrólogo. 


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