Los reguladores federales de Estados Unidos están
promoviendo una nueva medida para los autos de este país. Las autoridades
buscan integrar a estos aparatos una tecnología presente comúnmente en los
aviones y muy útil para saber qué sucedió tras un accidente: las cajas negras.
Los beneficiados serán todos los autos que sean vendidos
en Estados Unidos luego de septiembre de 2014. A todos estos vehículos se les
exigirá contar con esta nueva caja para grabar varios datos sobre el automóvil
como la velocidad a la que se movía, el número de pasajeros que llevaba y el
lugar en el que se encontraba.
Estas cajas funcionarán activándose por 30 segundos luego
de ciertos eventos. Estos podrían ser un frenazo inesperado, una aceleración o
un movimiento extraño del manubrio, entre otras acciones que suelen derivar en
accidentes. La información estará disponible posteriormente en dos formatos,
remotamente o a través de una conexión física dependiendo del modelo que sea el
auto.
Esto es posible dado que la Agencia Nacional de Seguridad
de Transporte cuenta además con la autoridad para definir los requerimientos de
los vehículos motorizados y está capacitado para exigirles a las empresas que
incluyan estos equipos de grabación de información.
Las autoridades han señalado que estos datos serán usados
primordialmente "con el propósito de ver el desempeño de los autos después
de estos choques". No obstante, obviamente esta información también podría
ser utilizada cuando existan casos legales para probar, por ejemplo, cuál fue
la causa de un accidente.
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