Aquellos que veranean en la costa, especialmente en el
Mediterráneo, son testigos, y buen numero de ellos víctimas, de las continuas
plagas de medusas que llegan hasta la orilla e impiden a los bañistas meterse
en el agua. ¿Es que hay cada vez más medusas? Un estudio internacional liderado
por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) concluye que no,
que no existe una evidencia clara de que se haya producido un aumento global
del número de estos invertebrados traslúcidos en los últimos dos siglos. Las
conclusiones, que aparecen recogidas en el último número de la revista
Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), apuntan a que las
proliferaciones de estos animales y su impacto visible en los arenales de todo
el mundo en los últimos años son consecuencia de “fenómenos cíclicos a escala
global”.
El trabajo, llevado a cabo por el Global Jellyfish Group,
un consorcio de 30 expertos en organismos gelatinosos, climatología,
oceanografía y socioeconomía coliderado por el CSIC y financiado por la
National Science Foundation (Estados Unidos), muestra que las poblaciones de
medusas cambian en función de fluctuaciones con períodos sucesivos de aumento y
descenso. El último periodo de aumento global ocurrió entre 1995 y 2005, lo
que, según los investigadores, condujo a la percepción de que las proliferaciones
de medusas estaban aumentando como consecuencia de impactos globales.
Más en el Mediterráneo
“Hay regiones en el mundo donde la presencia de las medusas ha aumentado, como en el caso del Mediterráneo; sin embargo, en otras zonas ha permanecido estable o ha variado a lo largo de las décadas o, incluso, descendido”, señala el investigador del CSIC Carlos Duarte.
En 1970 se produjo una oleada que llevó al aumento del
número de medusas en los océanos, un fenómeno que pasó desapercibido. “La razón
es clara: había una menor concienciación de los problemas a escala global y una
capacidad más reducida de intercambio de información, ya que no había
internet”, explica Rob Condon, investigador del Dauphin Island Sea Lab en
Alabama (Estados Unidos).
Los expertos creen que las proliferaciones de medusas
responden a ciclos globales recurrentes que se producen cada 20 años.
Actualmente, regiría un modelo de declive, pero los autores anticipan que un
nuevo período de proliferación global se podría iniciar en los próximos años.
«Creciente especulación»
El trabajo ha sido motivado por la “creciente especulación” reflejada en los medios sobre las actuales y futuras proliferaciones de medusas y por las discrepancias entre estas informaciones y los datos contenidos en los informes científicos. “Nuestro estudio es importante porque aporta una base científica a largo plazo que permitirá a los investigadores hacer y repetir estos análisis dentro de una década o dos para determinar si el aumento del número de medusas continúa siendo cíclico o pasa a ser sostenido. Lo que es seguro es que volveremos a entrar en periodos de proliferaciones globales y que cada vez que esto ocurra estaremos más expuestos, porque el grado de interacción de las medusas con los océanos y el hábitat aumenta”, recalca Duarte.
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