La exposición a niveles de
radiación como los que conllevaría una misión a Marte podrían causar cambios en
el cerebro de los astronautas.
Los viajes espaciales de larga duración podrían exponer a
los astronautas a altos niveles de radiación cósmica, lo que afectaría a su
cerebro y aceleraría el desarrollo de la enfermedad del Alzheimer, según una
reciente investigación.
"Este estudio demuestra por primera vez que la
exposición a niveles de radiación equivalente a [los registrados durante] una
misión a Marte podrían generar problemas cognitivos y acelerar los cambios en
el cerebro que se asocian con la enfermedad de
Alzheimer", dice el autor del estudio, Kerry O'Banion, un
neurocientífico del Centro Médico de la Universidad de Rochester.
Los investigadores expusieron a ratones a distintos niveles de radiación comparables a lo que los astronautas podrían recibir durante una misión a Marte, y comprobaron que los cerebros de los roedores mostraban signos de inflamación en los vasos sanguíneos y poseían niveles anormalmente elevados de beta amiloide. Esta proteína que se acumula en el cerebro y es una de las causantes de la enfermedad de Alzheimer, un mal que se caracteriza por una pérdida inmediata de la memoria y de otras capacidades mentales.
O'Banion aclara que “los ratones experimentaron durante unos minutos lo que los astronautas experimentarán durante tres años”. En el futuro, O'Banion y sus colegas examinarán los efectos de la radiación en otras partes del cuerpo, y también planean estudiar si la radiación espacial puede influir en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.
Durante más de 25 años la NASA ha financiado estudios para calibrar los peligros potenciales de los viajes espaciales. Investigaciones anteriores ya demostraron la relación entre los rayos cósmicos y enfermedades como el cáncer o las disfunciones sistema cardiovascular.
Los investigadores expusieron a ratones a distintos niveles de radiación comparables a lo que los astronautas podrían recibir durante una misión a Marte, y comprobaron que los cerebros de los roedores mostraban signos de inflamación en los vasos sanguíneos y poseían niveles anormalmente elevados de beta amiloide. Esta proteína que se acumula en el cerebro y es una de las causantes de la enfermedad de Alzheimer, un mal que se caracteriza por una pérdida inmediata de la memoria y de otras capacidades mentales.
O'Banion aclara que “los ratones experimentaron durante unos minutos lo que los astronautas experimentarán durante tres años”. En el futuro, O'Banion y sus colegas examinarán los efectos de la radiación en otras partes del cuerpo, y también planean estudiar si la radiación espacial puede influir en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.
Durante más de 25 años la NASA ha financiado estudios para calibrar los peligros potenciales de los viajes espaciales. Investigaciones anteriores ya demostraron la relación entre los rayos cósmicos y enfermedades como el cáncer o las disfunciones sistema cardiovascular.
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