El mundo aun debe recuperarse de la abrupta caída
originada por la crisis financiera. Pese a esto, si se lograse establecer una
integración más profunda, las ganancias serían de billones de dólares. DHL
lanzó la segunda edición del Índice de Conectividad Global de DHL (GCI, por sus
siglas en inglés), un análisis integral del estado de la globalización en todo
el mundo. El informe, que incluye más de un millón de puntos de datos desde
2005 hasta 2011, concluye que el mundo de hoy está menos conectado globalmente
que en 2007.
El estudio documenta cómo aumentó la conectividad global,
las medidas según el movimiento comercial internacional, el capital, la
información y las personas, comparado con el año inicial del informe, de 2005 a
2007, donde luego cayó abruptamente al comienzo de la crisis financiera. Pese a
leves mejorías a partir de 2009, la conectividad global aún debe recuperarse y
volver a alcanzar su pico máximo, como antes de la crisis.
“El GCI de 2012 indica que el volátil e incierto entorno
comercial de hoy aún soporta el impacto de la crisis financiera” comentó Frank
Appel, CEO Deutsche Post DHL. “En estos periodos de crecimiento lento es
importante recordar los enormes beneficios que la globalización ha aportado a
los ciudadanos de todo el mundo y reconocer que es el motor del progreso
económico”, agregó.
Cambios en el índice de conectividad
Aunque el mundo en general vivió un aumento muy moderado
de la conectividad global entre 2010 y 2011, algunos países en particular
tuvieron avances significativos. Mozambique, Togo, Gana, Guinea y Zambia, todos
ellos ubicados en África Subsahariana, presentaron mejorías en el índice de
conectividad, pese a que dicha región sigue siendo la menos conectada del
mundo. Países Bajos retuvo su puesto del año 2010 como el país más conectado.
Por su parte, en 2011, Europa era la región más conectada a escala global
figurando con nueve países en el top ten del estudio. “El gran nivel de
conectividad global que tiene Europa refleja uno de los mayores logros de la
integración europea”, comentó Appel. “Es necesario recordarlo mientras las
ideas de fragmentación forman parte del debate sobre el futuro del continente”.
“Al investigar el alcance real de la globalización por
país y por región, se observan dos elementos críticos”, explica el profesor
Pankaj Ghemawat, autor del GCI. “Primero, los flujos a través de las fronteras
son mucho más bajos de lo que comúnmente se percibe y, segundo, todos los
países –incluso Países Bajos, líder del ranking– tienen posibilidades aún no
explotadas de beneficiarse con una mayor conectividad. En un momento de
debilidad económica, esto representa una de las ventajas más provechosas para
estimular el crecimiento”.
Vínculos entre conectividad y prosperidad
La edición 2012 del GCI incluye casos de estudio en
México y Vietnam. Además ofrece ocho recomendaciones para que los países puedan
mejorar o expandir su conectividad con el resto del mundo. Esta nueva edición
destaca la prueba de que la profundidad de la conectividad global (proporción
de flujos que cruzan las fronteras nacionales) contribuye al desarrollo
económico y a la prosperidad.
“Los beneficios de ampliar el comercio de mercancías son
mucho mayores de lo que indican los modelos tradicionales”, explica el profesor
Ghemawat. “Además de las ganancias obtenidas del comercio de servicios y otras
clases de flujos que cruzan fronteras, se calcula que los beneficios económicos
duplican, al menos, hasta 8% del PIB global”.
Asimismo, el informe concluye que el cambiante centro de
gravedad de la economía mundial está modificando la conectividad de la
industria. La migración de la producción y el consumo hacia mercados emergentes
constituye consecuencias específicas para las tres industrias destacadas en el
informe: farmacéutica, automotores de pasajeros y telefonía móvil. En él se
ofrecen lecciones sobre cómo pueden las empresas adaptar sus estrategias para
beneficiarse de la cambiante geografía de producción y consumo.
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