Que Lego es uno de los mejores
juguetes que se han inventado es algo indudable.
Lo demuestran casos como este, en el que un genio juvenil, Leon Overweel, ha
logrado montar una impresora que controla a través de tres motores a un
rotulador, con el que se puede dibujar y escribir mensajes.
Ya
antes de esta hazaña, Leon había construido un brazo robótico que dejó
boquiabiertos a los aficionados. Ahora, utilizando piezas rojas, blancas y
grises, ha montado una impresora parece una versión reducida de un plotter.
El ingenio utiliza, como decimos, tres motores que controlan el rotulador y los ejes X e Y para desplazarlo sobre el papel. Los complicados engranajes controlan la fuidez de movimientos de la impresora, ejecutando con total eficacia las complicadas curvas y trazos de los dibujos.
Unos sensores de presión ayudan a calibrar el robot y transmiten a los motores las posiciones donde pintar. Un sensor de color detecta el final de la impresión, parando la tarea.
Pero no sólo hay inteligencia en el diseño de la impresora. Para que ésta pueda imprimir, hay que realizar un proceso bastante complejo de importación de archivos y traducción a lenguaje binario que también ha diseñado el joven Leon.
El ingenio utiliza, como decimos, tres motores que controlan el rotulador y los ejes X e Y para desplazarlo sobre el papel. Los complicados engranajes controlan la fuidez de movimientos de la impresora, ejecutando con total eficacia las complicadas curvas y trazos de los dibujos.
Unos sensores de presión ayudan a calibrar el robot y transmiten a los motores las posiciones donde pintar. Un sensor de color detecta el final de la impresión, parando la tarea.
Pero no sólo hay inteligencia en el diseño de la impresora. Para que ésta pueda imprimir, hay que realizar un proceso bastante complejo de importación de archivos y traducción a lenguaje binario que también ha diseñado el joven Leon.
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