Científicos estadounidenses estudiaron restos fósiles de
un pez que arroja luz sobre la evolución.
Un pez prehistórico podría ser el
último ancestro común de los tiburones primitivos y peces óseos, de los que
provienen todos los seres vertebrados, incluidos los mamíferos y, por ende, los
humanos.
Un análisis
paleontológico arroja luz sobre la evolución de los primeros seres vertebrados
con mandíbulas y determina el aspecto del último ancestro común antes de la
separación de los primeros tiburones y los peces óseos, de los que proceden
también los humanos.
La revista Nature publica los resultados del análisis del cráneo del fósil de unAcanthodes bronni, un pez de la era Paleozoica, de unos 290 millones de años, cuyos restos se han encontrado en Europa, América del Norte y Australia.
Los científicos reconstruyeron el cráneo del Acanthodes y lo compararon con tomografías computerizadas de los cráneos de los primeros tiburones y peces óseos. “Por primera vez echamos una mirada adentro de la cabeza del Acanthodes. Cuanto más lo mirábamos más similitudes con los tiburones encontrábamos”, aunque también presentaba rasgos de peces óseos, comenta Michael Coates, biólogo de la Universidad de Chicago, quien dirigió el estudio.
La revista Nature publica los resultados del análisis del cráneo del fósil de unAcanthodes bronni, un pez de la era Paleozoica, de unos 290 millones de años, cuyos restos se han encontrado en Europa, América del Norte y Australia.
Los científicos reconstruyeron el cráneo del Acanthodes y lo compararon con tomografías computerizadas de los cráneos de los primeros tiburones y peces óseos. “Por primera vez echamos una mirada adentro de la cabeza del Acanthodes. Cuanto más lo mirábamos más similitudes con los tiburones encontrábamos”, aunque también presentaba rasgos de peces óseos, comenta Michael Coates, biólogo de la Universidad de Chicago, quien dirigió el estudio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario