Una investigación realizada por la
Escuela de Salud Pública de Harvard concluye que consumir aguacate e incluir en
la dieta el aceite de oliva multiplica por tres las posibilidades de éxito en
los tratamientos de fertilidad ‘in vitro’.
Tras finalizar el experimento los investigadores han
concluido que las mujeres que consumían más grasas monosaturadas, como las del
aguacate y el aceite de oliva, tenía hasta 3.4 probabilidades más de tener un
hijo tras el tratamiento de fertilidad que las que se alimentaban con mantequilla
y carne roja como origen de las grasas.
Estas últimas producían menor cantidad de óvulos, según
el estudio y tenía, por tanto, menores probabilidades de éxito.
Según el profesor Jorge Chavarro, principal autor del
estudio, “los productos más aconsejables para su consumo son el aguacate y el
aceite de oliva que tienen gran cantidad de grasas monosaturadas y menor nivel
de otro tipo de grasas”.
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