Guerra nuclear, pandemia viral, cambio climático: la
supuesta profecía maya del fin del mundo no se cumplirá, pero el Apocalipsis ya
ha comenzado a escala del Universo entero, aunque la agonía será lenta,
advierten los científicos. La silueta de un mono se vislumbra mientras el sol
se pone.
"La idea de que el mundo se acabará súbitamente, por
una causa cualquiera, es absurda", declaró David Morrison, científico de
la NASA y especialista de la vida en el espacio. "La Tierra existe desde
hace más de cuatro mil millones de años, y pasarán muchos más antes de que el
Sol vuelva inhabitable nuestro planeta", insistió el científico, que
fustigó las "ridículas" versiones que predicen el fin del mundo para
el 21 de diciembre 2012, injustamente atribuido al calendario maya.
En unos 5.000 millones de años, el Sol se transformará en
"gigante rojo", pero el creciente calor habrá, desde mucho antes,
provocado la evaporación de los océanos y la desaparición de la atmósfera
terrestre. El astro solar se enfriará después, hasta extinguirse, pero eso ya
no nos concernerá, explica.
"De aquí a entonces, no existe ninguna amenaza
astrónomica o geológica conocida que podría destruir la Tierra", asegura
David Morrison.
¿La amenaza podría venir del cielo, como evocan algunas
grandes producciones de Hollywood que describen gigantescos asteroides que
chocan con la Tierra? Una catástrofe similar, que implica un astro de unos 10 a
15 kilómetros de diámetro, cayó sobre la actual península mexicana de Yucatán,
causando probablemente la extinción de dinosaurios hace 65 millones de años.
Los astrónomos de la NASA aseguran que no es probable que
ocurra una catástrofe similar, en un futuro previsible. "Hemos establecido
que no hay asteroides tan grandes cerca de nuestro planeta como el que terminó
con los dinosaurios", dijo el científico, calmando los temores de algunos
sobre un próximo fin del mundo.
Además, si un asteroide causó la extinción de los
dinosaurios y de numerosas especies, no erradicó toda la vida en la Tierra. La
especie humana tendría la oportunidad de sobrevivir, señala.
Sobrevivir a una pandemia mundial es más
complicado
Sobrevivir a una pandemia mundial de un virus mutante, de
tipo gripe aviaria H5N1, podría ser más complicado, aunque "no provocaría
el fin de la humanidad", explica Jean-Claude Manuguerra, especialista de
virología del parisino Instituto Pasteur. "La diversidad de sistemas
inmunitarios es tan importante que hay al menos un 1% de la población que
resiste naturalmente a una infección", aseguró el experto a la revista francesa
Sciences & Vie, que consagró un número especial al fin del mundo.
Aunque la teoría de una guerra nuclear ha perdido fuerza
desde el fin de la Guerra Fría, no ha desaparecido del todo.
El número de víctimas dependería de su magnitud, pero
incluso un conflicto regional -como entre Pakistán y la India- bastaría para
causar un "invierno nuclear" con efectos en todo el Planeta, tales
como una caída de las temperaturas que volvería imposible la agricultura.
Pero los científicos se muestran más inquietos por el
cambio climático, advirtiendo de que el calentamiento del planeta es lo que más
se parece a ese temido fin del mundo. Y esta vez, no se trata de simples
temores e hipótesis. Sequías, tempestades y otras catástrofes naturales se
volverían más frecuentes e intensas con el alza de las temperaturas mundiales,
que podrían aumentar +2°C, +4°C y hasta +5,4°C de aquí al 2100, señalan.
Esto equivaldría a un suicidio colectivo de la especie
humana, advierten los científicos, que intensifican sus llamamientos a frenar
el devastador calentamiento del planeta.
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