Quedan menos de 10 días para el
fin del mundo. O al menos eso es lo que piensan todos aquellos que creen en la profecía Maya. Sin embargo, más
allá de debates y discusiones atrás de este fenómeno que incluye los tres días
de oscuridad, el cinturón de fotones, impacto de un asteroide o
una super tormenta solar, hay un negocio.
Banquetes preparados por los
mejores chefs, conciertos musicales, exposiciones, descuentos en compras, todo
forma parte de la campaña del fin del mundo.
Arqueólogos expertos en esa
cultura afirman que ésta antigua civilización jamás previó una catástrofe, sino
que mencionó en su calendario el inicio de una nueva era para la humanidad.
Pero esto de poco importa,
incluso para el propio gobierno mexicano que ha lucrado a gusto con todo esto.
Desde hace varios meses lanzó una intensa campaña de promoción en Europa y
Estados Unidos llamada Mundo Maya esperando captar 50 millones
de turistas en un año y medio, cifra que se vio superada en un 20%.
Ahora a la espera del 21 de diciembre la capacidad
hotelera de la región está colmada puesto que las personas no sólo están a la
espera de la catástrofe sino quieren participar de ella.
Imagínense el dinero que se va a mover en esos días .. y de seguro alguien
estará allí para recogerlo.
Algunas de las zonas
arqueológicas más representativas que ofrece el Mundo Maya son
Palenque, Tulúm, Comalcalco, Chichen Itzá, Uxmal, Cobá (México), Xunantunich
(Belice), Joya de Cerén (El Salvador), Tikal (Guatemala) y Copán (Honduras).
Cada país del Mundo Maya hará
sus propias actividades con motivo del 13 Baktún.
En la noche del 20 de diciembre
representantes de los países del Mundo Maya se comunicarán
mediante una señal de televisión por satélite que se emitirá desde las ruinas
de Tazumal (El Salvador).
Los países del Mundo Maya celebrarán
conciertos, festivales gastronómicos, ceremonias religiosas, juegos de pelota,
visitas arqueológicas, conferencias científicas y sobre inversiones turísticas,
entre otras actividades.
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