Para algunas personas la toma de decisiones se convierte
en un calvario. Sin embargo, hay una fórmula que determina que este proceso al
final está influenciado por una serie de variables, entre ellas el entorno.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) han desarrollado esta fórmula matemática que refleja la
probabilidad de escoger una u otra opción, según una investigación publicada
hoy en la revista «Proceedings» de la Academia Nacional de las Ciencias.
Según este operación matemática, la probabilidad de
escoger X opción, está determinada por varios parámetros como «el número de
individuos que han escogido esa opción previamente frente a los que han
escogido Y». También importan el nivel de información que cada individuo ofrece
sobre la bondad o naturaleza de su elección.
La fórmula tiene su origen en una serie de experimentos
realizados en una población de peces cebra (Danio rerio) y con información
recopilada sobre hormigas argentinas (Lineptithema humile) y peces espinosos
(Gasterosteus aculeatus).
«Esta fórmula representa el comportamiento óptimo que
debe tener cada individuo dentro de un grupo. Nuestros experimentos reflejan
que el comportamiento de estas tres especies se ajusta mucho a dicho modelo»,
ha apuntado el investigador Gonzalo García de Polavieja, líder de este trabajo.
«El estudio demuestra que diferentes especies utilizan
diferentes mecanismos sensoriales y fisiológicos para tomar decisiones pero,
finalmente, todos ellos aplican la misma fórmula», ha añadido García de
Polavieja.
Para este científico esta teoría «podrá servir para
entender el comportamiento humano y los aparentes fallos presentes en las
decisiones colectivas».
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