Morrison, director del Centro Carl Sagan de la Nasa, ve
cómo la bandeja de entrada de su correo electrónico recibe preguntas
relacionadas con el fin del mundo. “Recibo entre cinco y 10 al día”, cuenta a
La Tercera. No es primera vez que lo hace. Desde hace ocho años está a cargo de
responder las preguntas en la web de la Nasa, donde ha recibido más de 5.000
preguntas sobre Nibiru -un supuesto planeta errante que chocaría con la Tierra-
y el fin del mundo en 2012.
Acompañado de un grupo de seis especialistas, en una
conferencia en vivo, donde dijo que sólo “se trata de una fábrica de mentiras”
y que de lo único que hay que preocuparse es de los efectos que estos inventos
están generando en las personas. “Muchos nos preguntamos por qué salimos a
responder si no hay problema. En particular estoy preocupado por los jóvenes
que me escriben y me dicen estar terriblemente asustados, que no pueden dormir,
comer.
Algunos de ellos han contemplado el suicidio”, dijo Morrison. De hecho,
contó que un profesor de Sancton le escribió para contarle que un grupo de
padres había planteado matar a sus hijos. “Mientras esto es una broma para
algunos y un misterio para otros, hay un núcleo de gente que está realmente
preocupada y creo que es apropiado que la Nasa responda”, dijo.
La profecía maya
Es la teoría del fin del mundo que más divulgación ha
tenido y posiblemente la razón de porqué todas las otras han surgido en el
inconsciente popular. Se trata del calendario maya, conocido dentro de los
calendarios de civilizaciones antiguas por la exactitud con la que predijo
fenómenos astronómicos. El mito dice que el 21 de diciembre de 2012 se acaba el
ciclo del último calendario maya conocido, lo que ha hecho especular con el fin
del mundo. En la conferencia, los expertos dijeron que lo que la ciencia sabe
es que el calendario maya divide el tiempo en ciclos que duran 144 mil días, y
actualmente estamos en el ciclo número 13, que es el último del que se tiene
registro. Morrison dijo que ningún experto sobre el tema maya ha podido decir
que eso implica alguna profecía apocalíptica. De hecho, asegura, hay escritos
de los mayas que se refieren a cientos de años más allá de hoy, “por lo que se
asume que no pensaban en el fin del mundo”, dice.
Llamaradas solares
De acuerdo con la Nasa, la actividad solar tiene un ciclo
regular, con peaks de aproximadamente cada 11 años. Cerca de esos momentos, las
llamaradas solares pueden causar la interrupción de las comunicaciones por
satélite, aunque cada día se crean productos protegidos contra la mayoría de
las tormentas solares. Lika Guhathakurta, heliofísica de la Nasa, explicó que
no hay ningún riesgo particular asociado con 2012. “Las tormentas solares
ocurren todo el tiempo y el ciclo de mayor actividad se espera para 2013. En
todo caso, advierte, las explosiones solares “pueden dañar los satélites en
órbita, pero no nos hará daño en la superficie”, dice.
Alineación planetaria
La alineación planetaria es otro de los mitos. Según
diversas teorías, en diciembre ocurrirán alineaciones entre la Tierra y
planetas como Mercurio, Venus y Saturno, las que traerían consecuencias
catastróficas.
Andrew Fraknoi, astrónomo y profesor del Foothill
College, de EE.UU., aclaró que las alineaciones planetarias no tienen ningún
efecto sobre la Tierra. De hecho, hay una a finales de diciembre, y es algo que
ocurre cada año. “Los planetas se alinean todo el tiempo. La única alineación que
podría afectar a la Tierra es la de la Luna y Sol (por aumento de mareas), pero
incluso en esa, su efecto es mínimo”, dijo Don Yeomans.
Dicha alineación planetaria tampoco implicará que el
agujero negro central de la Vía Láctea nos absorba, como se predice. “El
agujero negro de nuestra galaxia está a una tremenda distancia y no está
emitiendo radiación. Está tan lejos, que no tiene ningún efecto sobre la
Tierra”, aclaró Paul Hertz, astrofísico de la Nasa, en la conferencia.
Planeta errante
Es una de las preguntas más frecuentes que reciben en la
Nasa. Se trata de un planeta errante llamado Nibiru, cuyo descubrimiento habría
sido realizado por los sumerios, y que chocaría con la Tierra. Nibiru -el
nombre de un dios menor encontrado en antiguos escritos mesopotámicos- no
existe como planeta, dice la Nasa. “Y si fuera real y se dirigiera a un
encuentro con la Tierra en 2012, sería visible ahora a simple vista. No tiene
sentido. Si estuviera ahí, lo veríamos”, dice Morrison.
Tampoco habrá un choque con un asteroide o meteorito.
“Hace 10 años existe el Spaceguard Survey, un sistema de alerta creado para
seguir la pista a lo que pudiera impactar con la Tierra, y no hay nada que
pueda hacerlo este año”, asegura.
Cambio de polos
El Polo Norte quedará al sur, dice el mito, catalogado
como “absolutamente ridículo”, dice el astrónomo Andrew Fraknoi.
Morrison explica que no hay nada extraño este año sobre
cualquiera de los polos magnéticos o los polos de rotación de la Tierra. “La
polaridad magnética cambia cada millón de años más o menos, pero eso no está
sucediendo ahora y es probable que tarde miles de años en ocurrir. Un cambio
repentino en el eje de rotación nunca ha ocurrido y no es posible. Si hubiera
algún cambio en la rotación de la Tierra, sería por el fallo de nuestros
sistemas GPS”, dice. “Es poco probable que suceda en los próximos milenios”.
Tres días de oscuridad
Kaoru Nakamaru, reconocida periodista japonesa, dijo este
año que tuvo una revelación en 1976 que dice que a fines de diciembre,
coincidiendo con la profecía maya, el planeta pasará por tres días de oscuridad
total, tras los cuales comenzará una nueva era entre quienes logren sobrevivir.
Plantea que esto ocurrirá porque la Tierra pasará por una zona del universo que
hará caer la red eléctrica global, las comunicaciones y no habrá luz ni en el
día ni en la noche.
Otros personas han asimilado la predicción de Nakamaru
con una teoría New Age de los años 60, que se basa en un libro del ingeniero
alemán Paul Otto Hesse, llamado “El último día”, que dice que la Tierra pasará
por un cinturón de fotones que provocará oscuridad total. A esto se suma un
supuesto estudio (1961), sin firma, que planteaba la existencia científica de
este cinturón de fotones.
La Nasa dice que no existen los cinturones de fotones, ya
que son físicamente imposibles, dado que los fotones son parte de las
partículas elementales y siempre viajan en línea recta. Sólo un hoyo negro
masivo de gran potencia podría curvar su trayectoria y generar una esfera de
fotonones. Pero eso no existe en nuestro sistema.
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