¿Eres de las que aprietas y rechinas los dientes cuando
duermes? ¿Alguien te lo ha dicho? ¿Tu pareja? ¿Tu dentista? El hábito
involuntario de apretar y rechinar las estructuras dentales, que conlleva un
desgaste acelerado de los dientes se llama bruxismo, y es una actividad anormal
de los músculos de masticación que sucede sobre todo por las noches.
La persona capacitada para diagnosticar el bruxismo es el
odontólogo, aunque en algunos casos, por su intensidad y gravedad, también
produce dolores de cabeza muy fuertes, y las personas consultan primero con el
neurólogo.
Diagnóstico
El paciente suele acudir a la consulta básicamente por el
dolor que siente en la mandíbula de tipo muscular, que puede llegar a
convertirse en articular, y también por las cefaleas.
Algunos suelen tener dificultad para abrir la boca porque
ya han desarrollado una contractura, aunque muchas veces los pacientes ni
siquiera son conscientes de su mal hábito. A veces es el dentista quien
pregunta al detectar un desgaste en los dientes. Este problema es más frecuente
de lo que se cree y muchas personas no están diagnosticados como bruxistas.
A la hora de diagnosticarlo, hay aparatos que permiten
registrar por las noches el nivel de bruxismo de un paciente, y que permiten
dar pautas específicas de tratamiento.
El uso de las placas de descarga suele ser el tratamiento
más habitual aunque están apareciendo nuevos aparatos para los pacientes que no
toleran las férulas de descarga, o emiten una serie de señales que inhiben las
contracturas musculares.
El tratamiento es crónico y a largo plazo, aunque también
es cierto que en función de la época y del estrés del paciente, se podrá
disminuir o no. Además, también es posible aprender técnicas de relajación que
ayuden a disminuir la intensidad del bruxismo.
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