La desaparición de los glaciares a causa del calentamiento global podría llevar a la pérdida de entre el 11 y el 38% de los ecosistemas de agua dulce.
El daño más grande podría registrarse en los arroyos montañosos, según
un estudio de un grupo de científicos del Reino Unido, Dinamarca, EE.
UU. y Francia, que fue publicado en la revista Nature Climate Change.
Los científicos analizaron los datos de diferentes continentes y
descubrieron que gracias al descongelamiento de los glaciares durante el
verano aumenta la ecodiversidad. Si desaparecieran y dejaran de nutrir
los arroyos y ríos se extinguirían especies de insectos que afectarían la cadena alimentaria de estos hábitats.
“Las aguas glaciares tienen pocos nutrientes, sin embargo tienen
ecosistemas únicos que son muy receptivos a los cambios del medio
ambiente. Los primeros en desaparecer serán diferentes tipos de
mosquitos, como los plecópteros, los tipúlidos y los quironómidos”,
asegura Dean Jacobsen, uno de los autores de la investigación.
Los ecólogos revelaron que no es necesario que el glaciar se deshiele
completamente pues basta con que se descongele al 50 por ciento para que
inicie la extinción de estas especies.
Los estudios demuestran que los glaciares que no están en Groenlandia o
la Antártida pierden 150 billones de toneladas de hielo cada año y
aumentan en 0,4 milímetros el nivel de los oceános.
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