CARMEN VILLAR, España.- La
decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de expropiar parte de YPF provocó
distintas reacciones en España, tanto de los argentinos residentes como de las
mismos españoles.
Un claro ejemplo de esto es
lo que le pasó a Maxi Cruz. La argentina llegó a su establecimiento,
"Gusto argentino", en A Coruña, para darse con la sorpresa de que fue
víctima de un acto de vandalismo. El nombre del local se encontraba tachado y
escribieron con aerosol un insulto a la Presidenta argentina. "No es mi Gobierno porque yo no lo voté; llevo 27 años
viviendo en Galicia", cuenta Cruz. "No estoy de acuerdo, y menos
cuando fue su propio marido quien privatizó YPF", agrega en diálogo con el
diario español, Faro de Vigo.
Una situación totalmente opuesta es la de Fernanda Canosa, descendiente de gallegos emigrados a Argentina. "Es lo mejor que podía habernos pasado", asegura. Carlos Fernández, un empresario, opina que se trata de un problema entre una empresa y el Gobierno argentino. "No es una operación contra España porque más de la mitad del capital de Repsol no es español. No creemos que una empresa represente al Estado; nos sorprende que se haya convertido en una cuestión de Estado", evalúa, según relata el medio español. "No se ajustaron a la planificación y se está usando un instrumento legal", precisa.
Una situación totalmente opuesta es la de Fernanda Canosa, descendiente de gallegos emigrados a Argentina. "Es lo mejor que podía habernos pasado", asegura. Carlos Fernández, un empresario, opina que se trata de un problema entre una empresa y el Gobierno argentino. "No es una operación contra España porque más de la mitad del capital de Repsol no es español. No creemos que una empresa represente al Estado; nos sorprende que se haya convertido en una cuestión de Estado", evalúa, según relata el medio español. "No se ajustaron a la planificación y se está usando un instrumento legal", precisa.
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