Tal y como ocurriera tras la
aparición de SOPA, la Casa Blanca ha emitido un comunicado mostrando su
preocupación sobre la propuesta de ley que se llevará a debate la próxima
semana conocida como CISPA. Según el gobierno de Obama, la regulación no será vetada
por la administración, aunque deberá “preservar la intimidad y las libertades
civiles”. Un “detalle” que choca frontalmente con la redacción de CISPA.
Como ya os hemos contado, CISPA es la nueva SOPA. En esta ocasión se apoya en el término “ciber seguridad” para autorizar a las empresas en Internet a divulgar los registros confidenciales de los usuarios y sus comunicaciones.
El comunicado de la Casa Blanca, el cual indica que no es una amenaza de veto, arroja muchas dudas sobre el final de la regulación. La ley está programada a votación la próxima semana en la Cámara de Representantes.
La declaración emitida por la administración dice así:
Si bien la legislación para el intercambio de información es un componente esencial de una legislación integral para hacer frente a los riesgos críticos de infraestructura, las disposiciones de intercambio de información deben incluir garantías sólidas para preservar la privacidad y las libertades civiles de nuestros ciudadanos.
La legislación que sacrifica la privacidad de nuestros ciudadanos en el nombre de la seguridad, no satisface las necesidades urgentes de nuestra nación.
Con esta declaración CISPA se lleva el primer golpe importante. Hay que recordar que cuando SOPA se puso en marcha, las declaraciones de Obama y sus dudas sobre la regulación incidieron negativamente sobre la propuesta.
A diferencia de SOPA, CISPA tiene un amplio apoyo por parte de muchas de las compañías que mostraron su rechazo a SOPA. Facebook, Oracle, Microsoft o Symantec se han mostrado a favor de la misma.
Por contra, los grupos de libertades civiles permanecen en la oposición ante una ley que dejaría un marco legal demasiado amplio para el intercambio de información privada de los ciudadanos.
La próxima se llevará a votación en la Cámara de Representantes, momento en el que sabremos el estado real de otro intento por vigilar y censurar los derechos de los usuarios en la red.
Como ya os hemos contado, CISPA es la nueva SOPA. En esta ocasión se apoya en el término “ciber seguridad” para autorizar a las empresas en Internet a divulgar los registros confidenciales de los usuarios y sus comunicaciones.
El comunicado de la Casa Blanca, el cual indica que no es una amenaza de veto, arroja muchas dudas sobre el final de la regulación. La ley está programada a votación la próxima semana en la Cámara de Representantes.
La declaración emitida por la administración dice así:
Si bien la legislación para el intercambio de información es un componente esencial de una legislación integral para hacer frente a los riesgos críticos de infraestructura, las disposiciones de intercambio de información deben incluir garantías sólidas para preservar la privacidad y las libertades civiles de nuestros ciudadanos.
La legislación que sacrifica la privacidad de nuestros ciudadanos en el nombre de la seguridad, no satisface las necesidades urgentes de nuestra nación.
Con esta declaración CISPA se lleva el primer golpe importante. Hay que recordar que cuando SOPA se puso en marcha, las declaraciones de Obama y sus dudas sobre la regulación incidieron negativamente sobre la propuesta.
A diferencia de SOPA, CISPA tiene un amplio apoyo por parte de muchas de las compañías que mostraron su rechazo a SOPA. Facebook, Oracle, Microsoft o Symantec se han mostrado a favor de la misma.
Por contra, los grupos de libertades civiles permanecen en la oposición ante una ley que dejaría un marco legal demasiado amplio para el intercambio de información privada de los ciudadanos.
La próxima se llevará a votación en la Cámara de Representantes, momento en el que sabremos el estado real de otro intento por vigilar y censurar los derechos de los usuarios en la red.
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