El frío puede hacer olvidar las calorías que sobren, en
especial cuando uno sabe las mejores recetas para este clásico de la cocina
chilena y de los meses helados.
El otoño y el invierno son las estaciones que menos me
gustan. Quizás para muchos, las tardes frías, lluviosas, opacas, son el mejor
pretexto para quedarse acostados, viendo una buena película o leyendo un buen
libro… pero seamos sinceros, nadie se queda en la cama, si no es con un buen
“menú” al lado, y lo que prometía ser una tarde de cultura, se transforma en un
degustación gastronómica.
Sopaipillas
1 taza de zapallo cocido
3 cucharadas de manteca derretida
1 cucharadita de sal
2 tazas de harina
½ taza de leche o agua caliente
Aceite para freír
Estile
y pase la taza de zapallo por cedazo.
Haga
una corona con la harina y vacíe al centro la manteca derretida junto con la
leche o agua, la sal, y el zapallo. Junte bien los ingredientes formando
una masa que no debe pegarse en el mesón, y sea suave y elástica.
Usleree
la masa dejándola de un espesor de ½ cm y corte círculos de 10 cms. Para ello
puede usar un vaso o una copa. Luego perfórelas con un tenedor.
Caliente
el aceite. Ponga 2 o 3 sopaipillas en el aceite caliente, y fría por un minuto
cada lado.
Las
sopaipillas deben estar doradas, pero no muy oscuras. Retírelas del aceite y
colóquelas sobre un papel absorbente.
Pueden
comerlas tibias o frías.
Sopaipillas pasadas
½
kilo de chancaca
(la venden en los supermercados)
½ litro de agua
1 palito de canela
Cáscara de naranja a gusto
½ litro de agua
1 palito de canela
Cáscara de naranja a gusto
Caliente
el agua y prepare el almíbar diluyendo la chancaca, canela y cáscaras de
naranja en una olla grande para que quepan las sopaipillas en el momento de
pasarlas por el almíbar.
Espere
que se disuelva la chancaca. Deje hervir a fuego lento al comienzo y después
suba la llama cuando esté listo para poner las sopaipillas. Sumérjalas en el
almíbar por solo un momento. Retire y sírvalas calientitas.
Calzones rotos (3 docenas)
3 tazas de harina cernida
½ taza de azúcar flor
1 ½ cucharadita de polvos de hornear
50 gr. mantequilla o margarina
1 huevo y dos yemas
1 cucharadita ralladura de limón o naranja
1 cucharada de ron, coñac o aguardiente (optativo)
Aceite para freír
Azúcar flor para espolvorear
Cierna la harina con los polvos para hornear y el azúcar flor.
Añada
la margarina ablandada, el huevo, las yemas, la ralladura y el licor.
Forme
una masa lisa. En caso de quedar demasiado seca, añada pequeñas cantidades de
agua.
Usleree sobre el mesón enharinado dejando la masa de unos 3 mm. de grosor.
Usleree sobre el mesón enharinado dejando la masa de unos 3 mm. de grosor.
Corte
rombos de 10 cms. por 5 cm. y hágales un corte vertical en el centro de unos
tres centímetros de largo. Introduzca por él uno de los extremos y déles una
vuelta sobre sí mismos.
Fría en abundante aceite caliente, escúrralos y póngalos sobre papel absorbente.
Fría en abundante aceite caliente, escúrralos y póngalos sobre papel absorbente.
Sírvalos
espolvoreados con azúcar flor.
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