Una vampira fue arrestada en Ucrania luego de haber engañado a
un chico de la calle, llevándolo dentro de su domicilio para desangrarlo.
Diana Semenuha, de 29 años, creía en el consumo de sangre. La mujer mantenía a los niños intoxicados con drogas y alcohol y así les extraía sangre regularmente y luego, vendía el excedente a otros practicantes de magia negra, supuestamente colocaba anuncios en periódicos, el excedente de sangre, se vendía en 600 dólares. Una vez que los niños se hallaban debilitados, ella devolvía a los niños a las calles, y los reemplazaba con otros niños, a los cuales les prometía un lugar dónde dormir y comida caliente.
La policía tomó por sorpresa a Semenuha en su domicilio, en Black Sea, en la ciudad puerto de Odessa, en Ucrania. Olga Buravceva, la portavoz, dijo: “El departamento estaba pintado de negro, con todas sus ventanas cubiertas con gruesos lienzos oscuros que detenía la entrada de luz natural. Sólo algo de luz llegaba desde las velas negras, y se propagaba un repugnante olor de algún tipo de incienso en el aire.” Los detectives encontraron siete niños drogados, atados a camas y bancos, además de un cuchillo negro y una copa plateada gravada con “símbolos satánicos”.
Ucrania tiene estimados alrededor de 200.000 niños en la calle, los cuales son asiduos a la inhalación de pegamento y alcohol, hecho que los hacía presa fácil para la mujer apodada “la bruja vampiro” por los medios locales. El arresto de Semenuha expuso una red oculta en la ciudad. Algunos de los integrantes de esta red declaran que eran adiestrados por la mujer y ella los hería y bebía su sangre.
Semenuha, quien, cuando fue arrestada desempeñaba el trabajo de “bruja”, tuvo que admitir que ella secuestraba a los niños. “Yo consentía que ellos inhalaran pegamento, pero ellos me lo retribuían y yo les extraía una poca cantidad de sangre, dijo ella. “Pero este hecho no involucraba violencia, yo también les proporcionaba alimento y les daba un refugio.” La policía teme que ella pueda escapar del procesamiento por corrupción de menores y suministrarles alcohol, puesto que los siete chicos hallados en su casa han escapado de la custodia y han regresado a las calles.
Al final resultó que durante la investigación, hay una organización en Odessa llamado 'Dragón Rojo'..
Diana Semenuha, de 29 años, creía en el consumo de sangre. La mujer mantenía a los niños intoxicados con drogas y alcohol y así les extraía sangre regularmente y luego, vendía el excedente a otros practicantes de magia negra, supuestamente colocaba anuncios en periódicos, el excedente de sangre, se vendía en 600 dólares. Una vez que los niños se hallaban debilitados, ella devolvía a los niños a las calles, y los reemplazaba con otros niños, a los cuales les prometía un lugar dónde dormir y comida caliente.
La policía tomó por sorpresa a Semenuha en su domicilio, en Black Sea, en la ciudad puerto de Odessa, en Ucrania. Olga Buravceva, la portavoz, dijo: “El departamento estaba pintado de negro, con todas sus ventanas cubiertas con gruesos lienzos oscuros que detenía la entrada de luz natural. Sólo algo de luz llegaba desde las velas negras, y se propagaba un repugnante olor de algún tipo de incienso en el aire.” Los detectives encontraron siete niños drogados, atados a camas y bancos, además de un cuchillo negro y una copa plateada gravada con “símbolos satánicos”.
Ucrania tiene estimados alrededor de 200.000 niños en la calle, los cuales son asiduos a la inhalación de pegamento y alcohol, hecho que los hacía presa fácil para la mujer apodada “la bruja vampiro” por los medios locales. El arresto de Semenuha expuso una red oculta en la ciudad. Algunos de los integrantes de esta red declaran que eran adiestrados por la mujer y ella los hería y bebía su sangre.
Semenuha, quien, cuando fue arrestada desempeñaba el trabajo de “bruja”, tuvo que admitir que ella secuestraba a los niños. “Yo consentía que ellos inhalaran pegamento, pero ellos me lo retribuían y yo les extraía una poca cantidad de sangre, dijo ella. “Pero este hecho no involucraba violencia, yo también les proporcionaba alimento y les daba un refugio.” La policía teme que ella pueda escapar del procesamiento por corrupción de menores y suministrarles alcohol, puesto que los siete chicos hallados en su casa han escapado de la custodia y han regresado a las calles.
Al final resultó que durante la investigación, hay una organización en Odessa llamado 'Dragón Rojo'..
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