martes, 8 de mayo de 2012

EL NEONAZISMO PLANEA SOBRE COSTA RICA


SAN JOSÉ.— Brazo derecho en alto en señal de saludo, cabeza rapada, camisa negra, bandera de guerra de la Alemania nazi, tatuajes con signos del Tercer Reich y armas. La imagen no es de ningún rubio alemán, sino la de un joven costarricense amulatado que fue dado de baja de la policía de Costa Rica, porque se declaró neonazi, juró lealtad a Adolfo Hitler y colocó fotografías y mensajes de alabanza al nazismo en su página de Facebook. 
Aunque el 17 de abril fue cesado de la policía de este país, que abolió su ejército desde 1948, sus confesiones en la red obligaron al gobierno costarricense a abrir una investigación para verificar si es un caso aislado, si otros efectivos profesan la misma ideología —con riesgo de que haya un núcleo nazi— y si, en consecuencia, se trata del surgimiento de otro brote de neonazismo en Costa Rica. 

El ahora ex efectivo policial, identificado como Rónald Herrera Borges, alias Murdock y de 26 años, confirmó que “sí hay más policías” integrados a su movimiento neonazi, pero aclaró que se abstendrá de identificar a quienes catalogó de “camaradas” para evitar perjudicarlos. En declaraciones a la prensa en la Defensoría de los Habitantes, a la que acudió a apelar su despido y a aducir que es víctima de discriminación por religión e ideología, Herrera alegó que el nacionalismo es para proteger a los costarricenses. 

“Aunque quieran opacarme, siempre seguiré en la lucha eterna por el nacionalsocialismo, mi ideal es más fuerte que todos ustedes… Lealtad eterna y todo mi honor entregado al führer”, escribió Herrera en su página de Facebook, desactivada al anochecer del 16 de este mes, pocas horas después de que su contenido trascendiera masivamente y genera reacciones de repudio nacional. La página ya fue reactivada. 

El ministro de Seguridad Pública y Gobernación de Costa Rica, Mario Zamora, confirmó que se investiga si otros efectivos “obedecen a una organización” neonazi. “Es intolerable para una democracia y para una policía adscrita a una democracia, permitir dentro de sus cuadros de seguridad personas con ideas que se materializan en la violación de derechos humanos”, dijo en rueda de prensa. 

“La Fuerza Pública (policía) es un órgano constitucionalmente no beligerante. Por lo tanto, no pueden adherirse a movimientos que no solo reivindican posiciones xenófobas, sino que también son antivalores que la policía debe combatir”, añadió. El despido fue por “pérdida de confianza”, informó. 

Hecho execrable 

“Hacer apología del holocausto es un hecho sumamente execrable, lamentable”, advirtió el viceministro costarricense de Seguridad Pública, Celso Gamboa, al referirse a las atrocidades cometidas por los nazis en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) contra judíos, gitanos y demás enemigos del régimen hitleriano, instalado en Alemania en 1933. 


En una entrevista con El Universal, Gamboa explicó que “fue ingratamente sorprendente” observar fotografías y demás despliegue que Herrera hizo en la red con insignias de la policía costarricense. “Lo más lamentable es que comprometa los símbolos propios de la Fuerza Pública para hacer apología de esta ideología que es rechazada por el gobierno costarricense y por nuestra idiosincrasia”, añadió. 

Homenaje

Al exhibirse como miembro de un pequeño grupo de “cabezas rapadas” seguidores del nazismo, Herrera mostró en la red una colección de fotografías. En algunas de ellas manipula fusiles y ametralladoras en instalaciones de la policía costarricense; en otras está bebiendo licor y en otras enarbola distintos signos del nazismo, solo y acompañado por otros jóvenes, con mensajes de alabanza a Hitler.

Luego de ser cesado, Murdock aseveró en un chat en el diario La Nación de esta capital que “ser ario no es ser macho (rubio), blanco y de ojos azules. Esta es una idea equivocada porque, esotéricamente hablando y, según mis creencias, soy hijo del Sol”. 

Tras subrayar que del nacionalismo admira “el amor hacia la patria”, Herrera contó que “somos un grupo externo de camaradas” con integrantes “de todo lado”. “Como neonazis, defendemos nuestra patria”, insistió. 

Sobre el genocidio de judíos y otras razas atribuido a Hitler, respondió: “Las cosas que se dieron, ya se dieron, eso fue hace muchos años y el hecho de que yo esté de acuerdo o no, es mi criterio”. 

“Había conocimiento (de los jefes policiales) de mi ideología”, relató, mientras en su pecho al desnudo, cerca del corazón, exhibió un tatuaje con la esvástica nazi. 



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