El 2% de las personas se
suicidaría en caso de no poder acceder a la red y un 14% asegura que pasaría
por una profunda depresión.
En caso de que fuese prohibido el
acceso a Internet en su país, mucha gente no dudaría en cambiar su lugar de
residencia para poder seguir conectado en las redes sociales como Facebook y
Twitter.
Esa es una de las conclusiones a
las que ha llegado un grupo de científicos estadounidenses tras entrevistar a
4.000 personas (2.000 hombres y 2.000 mujeres) estrechamente relacionadas con
la actividad en Internet. De hecho descubrieron que el 67% de
ellas están dispuestas a dejarlo todo y cambiar el patriotismo y la devoción a
su país solo por la posibilidad de seguir conectadas en la red.
De acuerdo con los resultados, un
14% de las personas aseguraron que si no pudieran navegar por la red, caerían
sin duda por un período indefinido en una profunda depresión al no saber qué
hacer.
El 6% ha sostenido que en caso de
que la red dejara de existir, la sustituirían por los juegos de ordenador. Por
lo menos, aseguran, este hecho les ayudaría a distraerse por algún tiempo y
reduciría la adicción a Internet en el futuro.
No obstante, el 11% de los
entrevistados afirmaron que habrían estado encantados, ya que la adicción a
Internet les roba demasiado tiempo y provoca desacuerdos con sus seres queridos.
Pero lo que más sorprendió a los
científicos es que casi un 2% de los encuestados aseguraron que si dicha
“catástrofe” sucediera, sin duda alguna se suicidaría, ya que todos los
acontecimientos importantes en su vida se están llevando a cabo en el mundo
virtual.
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