El siguiente 'Pearl Harbor' podría ser un ataque cibernético que haría
colapsar el planeta.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, cree que el terrorismo puede provenir no solo de algunos ataques suicidas de los extremistas, sino también de golpes virtuales.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, cree que el terrorismo puede provenir no solo de algunos ataques suicidas de los extremistas, sino también de golpes virtuales.
Muchos sospechan
que EE. UU. ha optado por la estrategia 'la mejor defensa es un buen ataque'.
La Administración de Obama ya confirmó abiertamente haber 'hackeado' las páginas
web de los supuestos simpatizantes de Al Qaeda en Yemen. Por su parte la
secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha dicho que la acción forma parte de la
lucha contra el terrorismo.
Recientemente, una información filtrada en el New
York Times señalaba indirectamente que Estados Unidos colaboró con Israel para
crear Stuxnet, el virus que penetró en el programa nuclear iraní y
causó un desplome en las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio.
Las
posibilidades de las ciberguerras parecen muy amplias. Stuxnet parece tener un
hermano gemelo, un virus muy fuerte llamado Flame que azota el espacio virtual
de Oriente Medio.
Flame es el programa de espionaje más complicado que jamás se
haya descubierto y parece haber sido dirigido contra los recursos gubernamentales
de Irán, Palestina y Sudán. El código malicioso es capaz de robar o deteriorar
documentos electrónicos. El célebre laboratorio de seguridad virtual Kaspersky
que descubrió Flame declara que una parte de su código es prácticamente
idéntica al código encontrado en Stuxnet.
Presume que los virus fueron
desarrollados por dos equipos que colaboraban entre sí. Muchos especialistas
apuntan a los peligros que ocultan las guerras cibernéticas. Todo
apunta a que conseguir la paz en el espacio virtual no será más fácil que la
reconciliación en los conflictos de la vida real.
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